Baby please don’t go

F prendió su teléfono y dijo asustada: “Se me hizo retarde para ir a lavar el auto”. Empecé a cantar de manera improvisada ese clásico de Rose Royce, Car Wash:

Para mi sorpresa, F no conocía la canción, apenas era una bebé cuando empezó a sonar. Sintonicé el video oficial en Youtube y ella dijo sorprendida: «Increíble que alguien pueda inspirarse en un lavadero de carros para componer una canción». Le conté la anécdota de cuando los Rolling Stones conocieron a Muddy Waters: él estaba pintando el techo en Chess Studios y algún chorro de pintura blanca escurría por su rostro. Bill Wyman incluso cree recordar que Muddy ayudó a descargar el equipo del auto y llevarlo al estudio. Sin olvidar que fue un álbum de Muddy Waters bajo el brazo el que inició la amistad entre Mick Jagger y Keith Richards; de uno de los albums de Muddy tomaron el nombre para su banda. «Todo lo que queríamos hacer con los Stones era que la gente empezara a conocer el blues», dijo alguna vez Richards.

Cuando se encontraron a Muddy Waters sobre un andamio ya estaban totalmente bajo su influencia, presente en muchos de sus grandes éxitos. «Imagínate tener de maestro de brocha gorda a Muddy Waters…». Según la leyenda, hasta ese momento él no había aparecido nunca en la televisión estadounidense. Cosas del racismo.

Busqué un video del encuentro y me encontré este de Waters con los Stones:

«Baby please don’t go», y F se olvidó de ir a lavar su auto. Gracias, Muddy Waters.