Camino cerrado

Me gradué de un colegio británico donde todos los viernes protagonizábamos una escena propia del realismo mágico: cantábamos el himno de Colombia, loas al pueblo soberano, para pasar a cantar el himno de Inglaterra y pedir que dios salve a la reina. Un poco bipolar la cosa. Cuando estalló la guerra de las Malvinas, llegué a posicionarme por Inglaterra y no por mis hermanos argentinos, absurdo. Pero hoy, en el partido de Colombia contra Inglaterra, no tenía un ápice de simpatía por el equipo inglés. Mi único temor era que nos fueran a golear, en especial con Vardy y Kane on fire.

Inglaterra mostró gran disciplina sobre el campo, un conjunto compacto que sabe subir y bajar de manera escalonada y sincronizada, eso habla bien del trabajo del entrenador. Pero con poco talento creativo, si bien fueron los que generaron más ocasiones de gol. Colombia finalmente no logró prender el turbo y cayó en un juego de faltas innecesarias del cual abusaron sin piedad los jugadores ingleses: todos fueron Neymar en algún momento del partido. De haber seguido Colombia, habría terminado jugando con el equipo B el resto de partidos por acumulación de amarillas del A.

Colombia se va del mundial y no logré descifrar el esquema táctico de Pekerman: el Tigre Falcao de nuevo muy solo adelante, como apostándole todo a la ruleta de un contraataque y que pueda con dos o tres defensas contrarios. El Tigre solo no puede, necesita el entorno que cree las situaciones de riesgo para poder anotar. Que Yerry Mina termine siendo el goleador del equipo deja en claro que Colombia no logró generar juego suficiente para que anotaran los delanteros, o el delantero principal.

Cuando Pékerman cambió a Quintero era obvio que se lo estaba jugando todo a los penalties. Pensé también que le iría mejor al portero antipenal colombiano, pero sorprendió el inglés tapando un tiro crucial. La verdad es una tristeza que Colombia no pueda seguir adelante, pero más frustrante aún que no haya logrado exhibir todo su fútbol. En ese sentido, la derrota es en parte un alivio: si hago balance, sufrí más que disfruté su juego, aunque vibré con cada gol que anotó el equipo. Ojalá el Barcelona le dé ahora la oportunidad a Yerry Mina para convertirse en uno de los centrales que necesita, en especial por su capacidad para el juego aéreo. Sería de las mejores noticias que nos dejaría este mundial.

Me gustaría felicitar a mi amiga inglesa JS, la primera refugiada económica que conocí: la agencia de impuestos británica la estaba persiguiendo por impago y tuvo que salir de su país para que no le mordiera los talones. Me pregunto dónde estará ahora y si habrá celebrado la victoria…