El Boogaloo, historia de un homicidio musical

Después de disfrutar de esta excelente crónica de Oliver Wang en The Guardian vi el maravilloso documental We Like it Like That, que reseña el nacimiento y caída del boogaloo… ¿Caída u homicidio? En la Bitácora Utópica hemos registrado varias formas del asesinato como una de las bellas artes no contempladas por De Quincey. Hoy podemos agregar una nueva: el asesinato musical.

Como narra el documental, en los años sesenta los reyes del mambo eran Tito Puente, Eddie Palmieri y Machito. De súbito Joe Bataan, Pete Rodríguez, Johnny Colón empezaron a surgir como estrellas musicales con su recién creado boogaloo. El artículo de Wang hace un excelente recorrido musical también por esta historia.

Lo que nos deja fríos como espectadores es ver la conspiración que tuvo lugar para acabar con estas jóvenes estrellas. De hecho, ahora que empiezo a detallar la escena del crimen, me doy cuenta de que podría incurrir en un spoiler sin quererlo. Así que solo me queda recomendar el artículo de Wang y el documental para aclarar el misterio. Hora y media de emoción intensa garantizada.

El misterio que sí parece aclarar es el del coro en Eso se baila así, el clásico de Héctor y Willie Colón, donde cantan Boogaloo no va conmigo, que tú lo quieres vacilar ¡vete pa’llá! una frase que nunca —quizás hasta hoy— había podido entender precisamente en ese boogaloo:

httpa://www.youtube.com/watch?v=xwOdPM0y-Mc

La duda de incluirlo en las formas artísticas de De Quincey se encuentra en su renacimiento en los últimos años. Lo que sí deja mal sabor de boca fue el destino que corrió Pete Rodriguez, alquimista de música adoptado por la industria farmacéutica: ahí queda eso.

httpa://www.youtube.com/watch?v=MenOmqIBmIM