Encuentros con los vampiros. A faction horror story. (1)

La noticia de que el presidente español Mariano Rajoy va a lograr que se suprima el visado para el espacio Schengen de colombianos y peruanos me ha mantenido cavilando desde entonces. ¿Por qué lidera esta iniciativa el Partido Popular español tan crítico con los inmigrantes y que fustigó al PSOE cuando implementó la ley para regular inmigrantes sin papeles?

Seguí el sabio consejo de consultar esta pregunta con la almohada y esta mañana me despertó la historia de terror que voy a contar.

1. Vampiros chatarra

Los vampiros han vivido su momento de mcdonalización o chatarrización con series como True Blood. Diría que ni siquiera Only Lovers Left Alive se escapa de este fenómeno. Con esta banalización se pierde la noción del vampiro: “una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así mantenerse activo”.   Vivimos rodeados de vampiros. Hombres o mujeres mayores que buscan relacionarse con jóvenes para alimentarse con su esencia vital. Mi pesadilla me mostró a Rajoy como uno de ellos.

Música, maestro:

2. El tren de la libertad

Vi hace unas semanas el documental Yo decido. El tren de la libertad que sigue el movimiento social que se generó en España para protestar contra la reforma de la ley del aborto del entonces ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallardón. Aparte del movimiento en sí, lo que más me interesaba eran las posiciones de la sociedad española respecto al aborto. El documental reflejaba dos grandes tendencias: las mujeres que acogían la consigna en mi coño mando yo y las que abogaban por los derechos fundamentales bajo el lema yo decido.

Para quienes creemos que la existencia es la expresión del choque y convivencia de dos fuerzas esenciales, vida y muerte, eros y tánatos, el aborto es una manifestación más de esta lucha, una de las más complejas. Lleva al ser humano a sus límites éticos: ¿qué derecho tenemos de interrumpir una vida? Porque hay que mirarlo sin eufemismos: sabemos sin duda alguna que la vida se origina en el momento en que el espermatozoide penetra el óvulo. Esta certeza es la que permite la fecundación in-vitro. Discutir si un feto es un ser humano o no es más material de abogados y justo de esa discusión es que se fija el plazo máximo para practicar un aborto legal.

Hace poco una prima mía celebró su fiesta de 15 años. Una tradición que prácticamente no tiene sentido hoy en día, ¿o sí? La idea central de esta fiesta es presentar a la joven en sociedad, decir que está disponible para esposarse y procrear. Antes de la penicilina era de rigor que la mujer empezara a tratar de procrear a partir de la menarquia: la tasa de mortalidad infantil era elevadísima y de ahí que se dieran familias con tantos hijos, ni hablar del aborto. El padre de Mozart, por ejemplo, bautizó a todos sus hijos varones con su nombre, Leopold, con la esperanza de que alguno sobreviviera y le diera continuidad. De los hombres sólo Leopold Wolfgang sobrevivió. Tan asentado estaba este ritual que ningún estudioso de la vida de Jesús pone en tela de juicio que como judío hubiese tenido una familia al inicio de su adolescencia.

3. Vampiros al desnudo

En un planeta superpoblado diríamos que el control natal es una obligación social. El caso radical es el de China y su política del hijo único. Para cumplir con esta ley el aborto se practica de manera rutinaria. ¿Pero qué pasa cuando la sociedad empieza a envejecer porque no están naciendo suficientes personas? 2015 será el año en el que las muertes superarán a los nacimientos en España. A este paso, nuestra Madre Patria tendrá que empezar a promover de nuevo las fiestas de 15 años, ¿o quién pagará las pensiones de tantos ancianos?

Creo que la llave de la historia de horror nos la da el testimonio de una mujer en el documental, decía algo como: Nuestros hijos no nacerán para ser esclavos del sistema. ¡Desnudó al vampiro! ¡Qué cuentos de Ruiz-Gallardón de lo sagrado de la vida! Aquí lo que pasa es que se necesita sangre nueva o el sistema perecerá. La corrupción nutrida por el Partido Popular está logrando que millones de jóvenes españoles se planteen la posibilidad de emigrar. Además de luchar contra el aborto, España tendrá que abrirse de nuevo a la emigración al más bajo costo posible: la ilegal.

Cuando hablo con inmigrantes sin papeles en Holanda, me dicen que la policía sabe quienes son ellos y donde viven pero que mientras se porten bien los dejan tranquilos. Holanda necesita esta mano de obra poco costosa sin acceso a la seguridad social que sí ayuda a los contribuyentes a hacer más fácil su vida.

Hablar entonces de la tercermundización de Europa no solo significa decir que cambian los beneficios sociales en la comunidad autóctona: también que se atrae la migración de alóctonos, de ciudadanos del Tercer Mundo para adquirir mano de obra barata. Como me lo explicaba una trabajadora sexual en el Consulado de Holanda en Bogotá: “Por una mamada aquí me dan 5.000 pesos, allá 50 euros, qué me voy a quedar mamando aquí, ni boba que fuera”. Será el mismo ingreso, pero a diferencia de sus colegas holandesas, no tendrá acceso a la seguridad o a algún beneficio social. La misma opinión la pueden compartir quienes ayudan a limpiar casas, recoger flores, atender restaurantes, etc. Podrán ser deportados en cualquier momento además: el sueño de todo empresario, despidos sin costo alguno.

Vemos como lo más lógico que las mentes más brillantes del Tercer Mundo se incorporen a las universidades del Primer Mundo, pues qué se quedan haciendo acá, ni bobos que fueran. Desde la óptica vampiresca esta migración significa que la mejor sangre del Tercer Mundo alimentará al Primero. Ahora Rajoy abre de nuevo las puertas para que la sangre joven vuelva a entrar a España y se quede bajo su propio riesgo, pues la visa solamente es de turista: si no se porta bien, en cualquier momento se le puede echar.

El corolario de esta historia me lo dio mi hermana: en un viaje a Nepal veía cómo subían por la puerta de adelante del avión los jóvenes nepalíes con destino a Qatar mientras que de la parte posterior descargaban los ataúdes de los jóvenes que habían viajado meses atrás a construir las obras para el mundial de fútbol de 2022. Los vampiros están más activos que nunca.

Querido lector utópico: anote el teléfono de su doctor Van Helsing más cercano.