Matches

Hay un hilo narrativo entre Stealing Beauty, de Bertolucci, Poetry, de Chang-dong Lee, y Paterson, de Jim Jarmusch: la búsqueda activa de la poesía. Y lo mejor: que todos la encontraron. Esa es la felicidad profunda de ver estas tres películas. Lucy comparte sus poemas mientras viaja, Mija mientras resuelve el crimen cometido por su nieto, Paterson mientras disfruta su vida cotidiana. He leído algunas entrevistas a Jarmusch en las cuales no he encontrado ninguna mención a Poetry, a pesar de que hay varios elementos en común, varios matches como con los que juega a lo largo de su película. La inspiración en el río, el viaje en el bus (o el tren de Lucy), el momento de inspiración que se desprende luego de la experiencia vivida y que se transforma en poema. Jarmusch lleva la historia de Poetry varios pasos más allá: nos habla del valor de la rutina para el trabajo creativo, de la necesidad de aislarse de los comentarios y la crítica para concentrarse en la experiencia poética, la sencillez tecnológica que requiere ese proceso (apenas lápiz y papel) y la necesidad de conservarla así para lograr un ambiente sin ruido.

Paterson se levanta todas las mañanas entre las 6.10 y las 6.30 de la mañana sin necesidad de una alarma, simplemente confiando en su reloj biológico. Los momentos que dedica a la escritura física son más bien pocos pero celosamente guardados. Opuesto a este orden creativo se encuentra el caos de la vida cotidiana, las charlas y los regalos inesperados que hace la vida. Ya es mucho lograr cierto método en medio de ese caos; ahí está la clave del alquimista.