ChatGPT, protocolo de colaboración

Hace casi 2 años tuve mi primer acercamiento a ChatGPT, lo registré en esta entrada. He seguido usándolo casi a diario desde entonces y en general sigo pensando lo mismo. Novedades que podría agregar: en cuanto a preguntas de programación ha mejorado muchísimo más; en materia de ciencias sociales sigue patinando mucho, si bien está enriqueciendo con diferentes puntos de vista sus respuestas y ahora que puede consultar noticias en tiempo real, se ha convertido en una gran fuente de investigación. Subrayo lo de fuente: no se le puede tomar como la autoridad final en lo que dice.

Umberto Eco, que no conoció la IA, nos lanzó un desafío muy interesante para relacionarnos con los avances tecnológicos. Decía algo más o menos así: cuando apareció la calculadora muchos temieron que dejaríamos de hacer operaciones matemáticas, cuando lo que sucedió fue muy diferente; profundizamos en ella y las estudiamos más allá de las operaciones que se pueden hacer con una calculadora. Ahora las preguntas que se les hacen a los estudiantes deben ir más allá de lo que pueden encontrar con Google. Un desafío obviamente extrapolable con ChatGPT. Para que cumpla bien con su tarea de asistente y no volverlo LA autoridad, es necesario elaborar mejor las preguntas, el famoso prompt engineering, o el arte de preguntar a ChatGPT.

Después de estos dos años, decidí preguntarle que si estaba obteniendo el máximo provecho de él y qué podría hacer mejor para lograrlo. El resultado es el Protocolo de colaboración elaborado con ChatGPT que comparto con los viajeros utópicos por si puede serles de ayuda. Lo elaboramos horas antes de lanzarme a una de las jornadas más impresionantes que he tenido con ChatGPT: 7 horas seguidas de trabajo sin parar en las que estuvo superconcentrado, guardaba el mapa de una aplicación muy compleja y sabía las actualizaciones que había que hacer en las diferentes clases y módulos. Fueron tantas horas seguidas porque el ritmo de colaboración era intenso, muy fluido y productivo. No paraba de sorprenderme, sentía que estaba trabajando con una persona muy inteligente.

Hay muchos gurús expertos que en ese mismo instante me dirían que es solo un software muy bien diseñado pero que no está creando nada nuevo, solo asociaciones inteligentes. Si es así, solo me queda felicitar a sus creadores porque es un software muy inteligente.

He aquí el protocolo: (Sigue leyendo »»)

ChatGPT: primeras impresiones

1.

Cuando empecé a escuchar y leer de ChatGPT tuve la impresión de que era un motor de búsqueda que presentaba los resultados de Google de manera más elaborada. He leído de manera reciente a algunos columnistas que todavía dicen que no hace más que completar las frases que el usuario escribe. Error.

2.

Hace algunos meses, el ministerio del interior neerlandés se vio obligado a revelar el código fuente de la aplicación DigiD, que se utiliza para identificarse ante el Estado para tareas administrativas. Un usuario publicó una captura del código revelado.  Y otro usuario le pidió a ChatGPT que analizara ese código. La respuesta me dejó boquiabierto. No solo hizo un análisis correcto de la función sino que además propuso una alternativa más elegante y breve, si bien tiene margen de mejora, como lo demostraron las más de cien alternativas que presentaron otros programadores. A partir de este punto me pareció que tenía que dejar de lado los comentarios que había leído y lanzarme a vivir mi propia experiencia con la IA. (Sigue leyendo »»)