Wolfgang Schäuble finalmente pudo reír. Después de semanas de mostrar su rostro rígido de banquero (perdón por el pleonasmo) ayer se encontró con sus camaradas del Bundesbank para compartir momentos hilarantes de la humillación griega. Por ejemplo, que cuando Jacob Lew, el secretario del Tesoro estadounidense lo llamó a invitarlo a reconsiderar su negativa a ayudar a Grecia, él le propuso: “Hey, Jack, ¿qué tal si te cambio Grecia por Puerto Rico?”.
Habló como todo un káiser, como si la Unión Europea fuera su propiedad. O el remate que explica la estrategia con Grecia: “El FMI tiene razón: la deuda griega es insostenible y necesitan una quita. El problema es que esa quita no es posible dentro de la normativa europea”. Después de forzar a Grecia a establecer el corralito financiero, Schäuble se muere de risa con sus camaradas: “No lo entienden. Este es un club exclusivo y no tienen cómo pagar la membresía”.