Ayer mientras caminaba por el parque escuchaba en mi cabeza las diferentes versiones de Si te contara. Aparte de mis limitaciones artísticas, me pregunté por qué no podría componer la letra de este bolero. Recordémosla:
Si tu supieras
mi sufrimiento
si te contara
la inmensa amargura
que llevo tan dentro
la triste historia
que noche tras noche
de dolor y pena
llena mi alma, surge en mi memoria
como una condena.Si lo supieras, ¿te importaría?
si te dijera que en mí ya no queda
ni luz ni alegría
que tu recuerdo es el daño más fuerte
que me hago yo mismo por vivir soñando con
que tu regreses…
arrepentida.
Reconocí que desde que me acepté como monógamo serial he ido aprendiendo a cerrar ciclos, relaciones, y no anhelo que regresen, arrepentidas o no. Diría que me he vuelto más de la línea de Oscar D’León, de las dos primeras canciones de su álbum Comuniquémonos: la que le da el título al album (con énfasis en el coro: vamos a comunicarnos y cuerpo a cuerpo vibrar) y el himno oficial de los monógamos seriales: Con un amor se borra otro amor.