Oda a la alegría. Tríptico.

1.

Este año se cumplieron doscientos años del estreno de la Novena Sinfonía de Beethoven. Su Himno a la alegría se adoptó como el himno de la Unión Europea en 1985. Mi padre es un gran aficionado a la música de Beethoven, nos introdujo de niños a sus obras más conocidas. Siempre tiene algo de regreso a la infancia escucharlo.

2.

Recuerdo el cumpleaños de una amiga neerlandesa en la que empezamos a bailar salsa. Yo estaba feliz, en trance salsero con una sonrisa, y súbitamente una de sus hermanas empezó a moverse alrededor mío haciendo muecas, como diciéndome que mi sonrisa era falsa. Mi amiga la llamó a un lado y vi cómo le explicaba que esa alegría con la música era muy común en los latinos, así disfrutan su música. De regreso a casa pensé que qué tristeza que exista tanta gente que no conoce esa alegría profunda que regala la salsa, toda una oda a la alegría.

3.

Navegando por Youtube me encontré el corto que se ha constituido en el Himno a la alegría de Utópica, con el perdón del maestro Beethoven. Sobran las explicaciones para los salseros. Para mis lectores europeos que desconocen la alegría profunda de la salsa, observen por favor la delicia con la que la mujer baila sobre su bicicleta. La energía que transmite solo es posible por la emoción de la música, en este caso sobre todo por el sentimiento amoroso de imaginar que se baila con el ser amado. Pasarán generaciones antes de que un compatriota neerlandés pueda bailar así en su bicicleta.

El temazo completo de Gunda Merced, ¡de pie salseros utópicos, suena el Himno a la alegría!

2 Comments

Comments are closed.