Amsterdam era una fiesta

La goleada del Ajax al Madrid siguió resonando por toda la ciudad, era la charla del día. El partido fue como asistir a una gesta utópica que termina convirtiéndose en realidad. Para nosotros los utopistas, este es el momento culmen de la utopía, esa metamorfosis que reivindica el camino recorrido por ella.

Dos de las estrellas de la noche, el mediocentro Dusan Tadic y el entrenador Ten Hag nos regalaron otra utopía que me ha tenido pensando esta mañana. Tadic: «Ojalá muchos de mis compañeros puedan llevar su ambición un paso más arriba y pospongan sus planes inmediatos un año más», un llamado quimérico a De Jong sin duda; Ten Hag: «Sería fantástico poder trabajar más tiempo con esta selección. Pero en el fútbol actual es una utopía; nos compran los jugadores cada vez más jóvenes, una tendencia desde hace 10 años que solo empeora con el tiempo y no se puede cambiar».

Le guardo antipatía al Real Madrid y a Mourinho en especial porque ante la superioridad del Barcelona la única solución que encontraron fue lanzarle torpedos (y otras cosas) para destrozar su fútbol. Mourinho logró su cometido: Guardiola tuvo que tomarse un año sabático y el Real Madrid volvió a empatarle e incluso ganarle al Barcelona. «Fútbol sin balón» bautizó con orgullo Mourinho a su estrategia. El placer de las tres derrotas en una semana que vivió el Madrid es que fueron ante los mayores exponentes de la escuela del fútbol total creada en Holanda y legada al Barcelona por Cruijff; sí, Mourinho logró desactivar el juego del Barça, pero el precio a largo plazo fue más costoso: dejó al Madrid sin identidad, hoy en día nadie sabe a qué juega.

¿Qué tal que la utopía de Tadic y Ten Hag se pudiera hacer realidad? ¿Hasta dónde lograría evolucionar este nuevo sendero que está bifurcando el Ajax? No lo sabremos: los grandes equipos están comprando ya a las jóvenes promesas y con ellos se irá esta utopía. Lo que más me llama la atención es la falta de visión general de estos poderosos: se llevan a los jugadores, cuando en realidad deberían comprar al Ajax y dejarlo desarrollarse de forma natural. Es la escuela que están buscando. Cuánto sufren el PSG y el Madrid por la falta de visión y claridad que en el Ajax practican sus jugadores desde los 10 años.

A otro goleador de la noche, Hakim Ziyech, le preguntaron qué tan difícil había sido mantenerse estoico y con objetivos claros ante semejante rival, en la máxima competencia y en el estadio del oponente. Ziyech: «Sabemos que no sería muy difícil si lo hacíamos juntos. Ayudarnos entre nosotros, mantenernos unidos y seguir creyendo en nosotros mientras atravesáramos el fuego. Así podemos alcanzar estas cotas». Esto es lo que se llama ser un equipo y jugar en equipo. Ziyech palpó también lo opuesto, el punto más débil del actual Madrid, que no es un equipo: «Notamos la inseguridad del Madrid, la podíamos sentir: había que golpearles en el momento justo». Y vaya si lo hicieron.

En los últimos tres años Flóper ha ido disminuyendo su tendencia a comprar los cromos más costosos del mercado, al contrario, ha dejado escapar a unos muy valiosos, y aunque un joven Ajax le mostró en su templo cómo se juega al fútbol, él sigue sin comprender el mensaje. Ten Hag da en el clavo con la utopía que nos plantea. No será realidad, pero lo importante es que su espíritu sigue vivo y nos sigue regalando noches sublimes como la del martes pasado.

Hay algo más que quiero resaltar como cronista utópico: a pesar del delirio colectivo por la victoria del Ajax, mi espíritu utopista no me da para pensar que repetirán la gesta en cuartos de Champions: el equipo mostró graves falencias en defensa que serán castigadas en los siguientes partidos, ojalá que no muy duro. Verlos en semifinales me cuesta y mucho.