En 2010 tu país ya estaba en bancarrota. El déficit primario era del 10%, sabes esto qué significa: has estado gastando más de lo que ingresas. ¿Por qué deberíamos pagar nosotros tus gastos extra? Jamás he dicho que tú o tus compatriotas sean una pandilla de vagos, solamente que han estado viviendo de manera irresponsable por encima de sus posibilidades. Se han endeudado astronómicamente. ¿Deben ser ahora nuestros contribuyentes los que paguen por todos tus gastos? No, la fiesta debe terminar.
Cuando iniciamos la Unión Monetaria sabíamos que tu país estaba maquillando sus cifras. La ayuda de Goldman Sachs está documentada. Pero hasta que Papandreu hizo públicas las cifras en 2009 no sabíamos el tamaño del agujero negro. Qué engaño más vergonzoso. En el año 2000 en mi partido se descubrió una donación ilegal de 100.000 marcos que no entró en la contabilidad del partido. ¿Sabes qué hice yo? Presenté mi renuncia para que nueva sangre renovará las malas prácticas del partido. Eso es decencia. En España estas ayudas ilegales se cuentan en millones de euros y no pasa nada. La corrupción en tu país es igual o más grande. ¿Entiendes la diferencia?
Tratamos de ayudarte durante cinco años. Todo ha sido en vano. El Estado griego es un atleta con sobrepeso (cuando no obeso) que quiere competir en la Eurozona: ¿es posible? No. En todos estos cinco años ha fallado en implementar todas las medidas que deberían ayudarlo a adelgazar y darle un impulso a su economía. Pero ¿cómo pedirle al zorro que no se coma las gallinas?