De la serie Revelaciones dramáticas presentamos: Adaptación sociológica

Me enteré ayer de que Ian Thorpe salió del closet. Lo que me impactó de la noticia fue lo que destacó The Guardian:

The revelations are dramatic particularly because Thorpe has always vehemently denied rumours of his homosexuality. In his own autobiography This Is Me, published in 2012, the swimmer said that he found questions about his sexuality hurtful, writing: "For the record, I am not gay and all my sexual experiences have been straight. I'm attracted to women, I love children and aspire to have a family one day … I know what it's like to grow up and be told what your sexuality is, then realising that it's not the full reality. I was accused of being gay before I knew who I was.''

Que la gente salga del closet no tiene nada de dramático. Sí lo es en cambio la presión por negar la propia condición para aparentar ser lo que no se es. El año pasado sí que tuve una revelación dramática que diría The Guardian. O mejor, dos.

La primera fue mi encuentro con mi amiga M en Barcelona. Ambos estábamos de paso por la ciudad y me invitó a cenar a uno de mis restaurantes preferidos, Can Cortada, para contarme una noticia especial: “estoy enamorada”.

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Salpicón mundialista, 3. Topicazo

Quedé como Brasil en Don Ballon: de cuarto. El gol de último minuto de Götze le dio a Lex los 5 puntos que necesitaba para ganarme por uno. Pregunté a mi pitonisa qué había sucedido con el 3-2 y me respondió que ella había acertado con la victoria alemana por un gol en extratiempo. Palabras más, palabras menos, debería declararme satisfecho y bien servido. Hice un punto más que hace 4 años y mejoré dos posiciones en el listado final. Acepto declararme satisfecho.

También porque el mundial estuvo bien. Tiraré de topicazo para cerrar Brasil 2014 haciendo un balance con la trillada estructura de lo bueno, lo malo y lo feo, eso sí, limitado a lo futbolístico.

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Mentalidad victoriosa

Esta noche me juego el tercer lugar en Don Ballon. No sé si habrá premio para el tercero, solo sé que lo prefiero a ser el cuarto. Kees y Jan nos han dado sopa y seco. Christien, Levi, Lex, Gaby o Joram pueden quitarme el tercer lugar. Anoche hice un sondeo con 15 amigos futboleros para consultarles el resultado. Oí de todo, no me siento mejor ubicado. A todos los tanteé con el resultado que me dictaba mi intuición: 4-1 a favor de Alemania. Un amigo me dijo que le parecía muy arriesgado, que mejor le fuera al 4-0. C. me recordó a la niña más linda del curso en octavo: Victoria Eugenia Roldán. “Desde entonces siempre voy por el que gane, por el que alcance (l)a Victoria”. La evidencia de cómo esos mensajes inconscientes alteran una vida es que C. me hablaba desde su finca en La Victoria, Caldas.

A mí la verdad me tiene absolutamente sin cuidado quien gane esta noche, lo único que me importa es adivinar quién ganará para obtener al menos esos dos puntos y confiar en que ninguno de los otros adivine el resultado. Si C. le va siempre a Victoria, yo estoy siempre por la belleza: que gane el que sea, pero que el partido sea un partidazo. Otro somnífero Argentina vs Nederlandia no por favor. Mi única gran duda es si aparecerá o no Lionel Messi: me traiciona ese mismo amor por la belleza, guardo la esperanza de ver al menos otro gol inolvidable de él o brillantes asistencias. Lo que sea, pero que aparezca.

Mi pitonisa que parece que viene del futuro (ha adivinado todos los partidos sobre los cuales le he preguntado el resultado) dice que Argentina perderá en el extratiempo luego de empatar 2-2. Le haré caso: apostaré por el 3-2 a favor de Alemania. “¿Crees que será un partidazo?”, le pregunto esperanzado: “¿Partidazo? No he visto ningún partidazo en este mundial” (la verdad es que tiende a dormirlos todos). Si fuera colombiana me habría respondido: “El único partidazo en este mundial es James: 23 años, bonito, goleador, millonario y con un brillante futuro”. Me entrego a la lógica: 5 goles en un partido tiene que ser un partidazo. Veremos.

Big Data vs The X Factor

La belleza de esta imagen está en la idea que sugiere de la dificultad que tenían los equipos para defenderse de la excelencia de Maradona. La foto fue tomada en realidad justo antes de que Maradona cobrara un tiro libre tomando por sorpresa a los jugadores belgas, quienes terminaron ganando el partido 1-0.

¿Cómo detener o desactivar a Maradona? Los equipos contrarios tuvieron que aprender a hacerle una jaula: rodearlo entre 4 y 6 jugadores para bloquearlo y quitarle el balón. No solamente por la calidad de Maradona sino porque todo el juego de Argentina estaba basado en él. Con la Argentina de Sabella no sucede lo mismo: con su defensivo 5-3-1-1 (Messi detrás de Agüero) no hay forma de que Messi pueda contra una muralla de cuatro o cinco jugadores. Con esta formación, Van Gaal solo tuvo que optar por la marcación hombre a hombre y cerrarle los espacios para que no pudiera hacer sus amagues favoritos: sin jugadores con quienes asociarse o que retengan defensores las posibilidades de hacer un gol para Messi son reducidas.

Florentino Pérez contrató a José Mourinho cuando este le dijo: “Yo sé cómo ganarle al Barcelona”. El portugués tiene un talento natural para deconstruir equipos, para analizarlos y comprender qué los hace fuertes y cuáles son sus puntos débiles. Algo similar a lo que hacen los lectores de grandes novelas: desarmarlas para tratar de aprender cómo se debe de escribir, copiar (y hasta robar) lo que funciona para armar su propia obra. El aspecto creativo de Mourinho es su capacidad de dinamitar el juego contrario.

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