Cartas desde el frente

1.

Esta mañana mi capitán nos asignó una nueva tarea, de alta prioridad: mantener con vida al director del Mossad. Al disgusto de Netanyahu porque el sitio del Mossad estuviera caído desde la semana pasada por el ataque de Anonymous, se sumó su cólera profunda por lo que él llama la invasión de los EUA y la EU disfrazados de Cascos Azules. “¿Cómo no detectaron estos ataques a tiempo?”. Es verdad que contamos con su ayuda para entrar con 15.000 cascos azules y "tomarnos" la franja de Gaza. Estamos sobre todo dedicados a tareas humanitarias, traer alimentos, agua, energía y atención médica a las zonas más necesitadas, a la vez que servimos de escudos humanos para frenar los ataques. Mantener al director del Mossad con vida es la tarea más importante que me han asignado. A veces escuchamos ecos en los túneles y tememos por la vida de todos. Cualquiera puede ser nuestro enemigo. Netanyahu teme –con razón— que el siguiente paso sea declarar la interinidad en todo el territorio y forzarlo a negociar finalmente con Palestina. Creo que sería lo mejor pero por ahora contenemos la respiración porque no haya más guerra.

2.

Querida mamá:

¿Cómo sigue tu artritis? ¿Llegó finalmente el tío Herbert a visitarte este fin de semana? No tuve tiempo de despedirme de ti. Jamás sabremos si fue por razones humanitarias o por pánico que nos enviaron a todo el equipo de especialistas del Hospital a Sierra Leona. El ejército construyó un hospital militar en tiempo récord, los marines son increíblemente eficientes, y trajimos con nosotros todo el equipo para atender a 200 personas al tiempo. A Liberia llegó la otra parte del equipo y podrán atender a 120 personas. El panorama es devastador, no puedes dejarte conmover ni siquiera por un bebé porque podría contaminarnos. La única forma de mantenernos fuertes es ver todo como una película, mantener nuestra concentración para preservar nuestras vidas y siempre pensar que a pesar de los muertos día a día estamos salvando vidas. En el improbable caso de que algo me sucediera ten la certeza de que siempre seguí mis convicciones y los principios que tú y papá me enseñaron. Con suerte estaré de regreso en seis meses. Te escribiré cada semana.

Con amor,

Michael.