Catarsis ante el espejo

Leí una entrevista con Benicio del Toro que me gustó mucho. Dos cosas que destaco: su visión de Hollywood y su camino hacia la actuación. De Hollywood dice:

[…] la idea de construir un mundo para hacer cine, eso es brillante […] Yo flipo. Y además ofrece tantas posibilidades. Que quieres hacer una película de los años veinte y se enteran, te lo preparan, pum, para reflejarlo en el cine. Un cine que ha enseñado, consolado, entretenido, evadido… No se puede decir que todo haya sido perfecto, como en la vida, pero hay que trabajar con eso y adaptarse hasta con la gente que no tiene la misma idea que tú respecto a lo que debemos hacer, a la calidad o no, pero eso no desmerece todo aquello. Creer en una idea o trabajar para conseguirla.

Un lugar que desde cierta perspectiva podría llamarse Utopía, donde todo lo que se imagine es posible. Sobre su camino a la actuación:

¿Pasó mucho tiempo desde entonces para entender que quería ser actor? No, había una lógica. En la corta vida que tenía, yo había visto cosas, mucho, había pasado por muchas cosas, situaciones, eso junto a que me interesaba el arte, ser consciente de la expresión, que si hacía una línea de una manera decía algo, y de otra, lo contrario, que elegir un color ya era un discurso, esa conciencia de que yo buscaba expresarme, por ahí, me llevó hacia ese camino. Todas las artes se conectan, ah. Yo quería decir algo. De alguna manera u otra. Los actores que a mí me gustan dicen algo.

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Big Data vs The X Factor

La belleza de esta imagen está en la idea que sugiere de la dificultad que tenían los equipos para defenderse de la excelencia de Maradona. La foto fue tomada en realidad justo antes de que Maradona cobrara un tiro libre tomando por sorpresa a los jugadores belgas, quienes terminaron ganando el partido 1-0.

¿Cómo detener o desactivar a Maradona? Los equipos contrarios tuvieron que aprender a hacerle una jaula: rodearlo entre 4 y 6 jugadores para bloquearlo y quitarle el balón. No solamente por la calidad de Maradona sino porque todo el juego de Argentina estaba basado en él. Con la Argentina de Sabella no sucede lo mismo: con su defensivo 5-3-1-1 (Messi detrás de Agüero) no hay forma de que Messi pueda contra una muralla de cuatro o cinco jugadores. Con esta formación, Van Gaal solo tuvo que optar por la marcación hombre a hombre y cerrarle los espacios para que no pudiera hacer sus amagues favoritos: sin jugadores con quienes asociarse o que retengan defensores las posibilidades de hacer un gol para Messi son reducidas.

Florentino Pérez contrató a José Mourinho cuando este le dijo: “Yo sé cómo ganarle al Barcelona”. El portugués tiene un talento natural para deconstruir equipos, para analizarlos y comprender qué los hace fuertes y cuáles son sus puntos débiles. Algo similar a lo que hacen los lectores de grandes novelas: desarmarlas para tratar de aprender cómo se debe de escribir, copiar (y hasta robar) lo que funciona para armar su propia obra. El aspecto creativo de Mourinho es su capacidad de dinamitar el juego contrario.

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Taller de ebanistería

Se lamentaba el papá de un amigo graduado en el Gimnasio Moderno de que ya no dieran más clases de ebanistería. “Con lo bien que ayuda a formar el carácter, no como estos niñatos que lo quieren todo a pedir de boca y no se esfuerzan por conseguir nada”. De lo visto hasta ahora en Brasil 2014 me parece que el mejor taller de ebanistería lo tienen los holandeses. Tienen una técnica muy pulida para dominar el balón y ser precisos en la definición con un toque. La calidad media de un taller de ebanistería se refleja cuando se escuchan comentarios de un jugador tales como “es que falló ese gol porque el balón le llegó a su perfil contrario”. Una excusa que jamás se le escuchará a Falcao, por ejemplo.

Me emocioné al ver a Patrick Kluivert en el banquillo de técnicos de Holanda. Un delantero con unos detalles de filigrana excepcionales. Sin duda alguna uno de los mejores cabeceadores de la historia. Esta belleza para ilustrarlo:

El gol de Leroy Fer a Chile es todo un homenaje a esa tradición de los ebanistas holandeses: la suspensión en el aire y la maestría para rematar con un martillazo letal y preciso con la cabeza. Qué técnica impecable.

Sea motivo para recordar a Kluivert y a todos esos maestros de ebanistería que han logrado tallar jugadores así: