Florentino, o las trampas del niño interior

Florentino Pérez, en el palco y sin gafas

Florentino Pérez en el palco. Efe.

Es difícil visitar hoy en día una librería de buen tamaño que no esté saturada por obras dedicadas al niño interior. Títulos como Sanar a tu niño interior, Mima a tu niño interior, Dialoga con tu niño interior, y un largo etcétera con todas las variaciones posibles, atacan al lector desprevenido. Por supuesto que es importante sanar, mimar, dialogar con el niño interior: es muy difícil hacer algo mientras este niño llora o patalea; la idea de todos esos cuidados es ayudarlo a que se comprometa con el presente, que deje de sabotearlo. Porque si no puede suceder lo que le pasó al Madrid el sábado pasado: llega un Barcelona en óptima forma y le pasa por encima.

Quizás fue en el patio del colegio donde se sembraron las semillas que Florentino Pérez ha cosechado en su vida. Quizás allá empezó a intercambiar monas o cromos del álbum Panini hasta que logró completarlo en un tiempo récord y seguramente con ganancias colaterales notables. Se forjó el empresario que hoy en día sigue soñando con esa ilusión infantil de querer tener los cromos de los mejores jugadores del mundo en las páginas del Real Madrid. En este afán lo hemos visto gastar cerca de 1.200 millones de euros en los últimos años. Si bien ha hecho contrataciones galácticas, no deja de contemplar con cierta envidia infantil las páginas del Barcelona, a todas las estrellas que nunca podrá poseer, en especial a Leo Messi. (Sigue leyendo »»)