
Fernando de Szyszlo, por Nancy Chappell
Este fue un verano feliz en parte porque me trajo tres senderos, las memorias de artistas que admiro y aprecio: Lluís Homar, Fernando de Szyszlo y Philip Glass. He querido escribir una entrada sobre los pasajes comunes que estos tres artistas comparten, pero no he encontrado el tiempo todavía. Hoy recibo una alerta diciendo que ha fallecido, a sus 92 años, el maestro Fernando de Szyszlo. Me invade la tristeza.
Conocí su obra por primera vez gracias a una exhibición en el Mambo. Recuerdo esa fiesta de rojos profundos, que años después pasarían a ser azules. Sentí la conexión con Alejandro Obregón y Rufino Tamayo y, por ende, con el corazón del arte precolombino. Como sucede con el buen arte, salí lleno de gozo gracias al placer estético que me regaló su obra. A cuanto amigo me encontré o llamé o me llamó le conté que era imperdible la experiencia. Empecé a seguir sus pasos y a coleccionar libros y artículos relacionados con él y su obra.

Para casi la noche, de Fernando de Szyszlo


La construcción es la que lo ha hecho un hombre Forbes. Pero su fuerte es la deconstrucción. Anoche perdió el Real Madrid ante el Barça pero lo hizo dejando cierto buen sabor. No fue como esas derrotas ante el Barça de Guardiola que sumían al madridismo en honda depresión. Al ver el mediocentro del Madrid (Modric, Kroos, Isco, y James en la grada) se notan las horas de Florentino deconstruyendo al Barça de Guardiola, qué tienen ellos que no tenemos nosotros. Y ahora tiene un mediocampo de lujo, jugadores que pueden armar juego. Hoy estará de nuevo Florentino, cual doctor Victor Frankenstein de regreso en su laboratorio, preguntándose que con Casillas, Navas, Ramos, Marcelo, Varane, Pepe, Kroos, Modric, James, Isco, la BBC, ¿qué más hace falta para batir de una vez por todas al Barcelona?
