Damage control

Me han llegado ya varios correos promoviendo la indignación por el meme de Nicolette van Dam. Uno de ellos incluye la carta que envía Unicef Colombia a sus donantes:

Te escribimos para expresar la posición de UNICEF Colombia sobre la ofensiva publicación que realizó la Embajadora del Comité Holandés de UNICEF Nicolette VanDam en la red social Twitter.

Reafirmamos la convicción de UNICEF de trabajar en contra de la discriminación, razón por la cual rechazamos el comportamiento de la Señora VanDam, que sin duda incumplió con los principios que nuestra organización promueve. UNICEF Colombia repudia este acto y está siendo persistente en solicitar su destitución.

Lamentablemente UNICEF Colombia no tiene la autoridad para destituir directamente a la Embajadora en mención.

Desde UNICEF Colombia pedimos excusas a todos los colombianos por el ofensivo mensaje y en especial a James Rodríguez y a Radamel Falcao, de cuya integridad nos sentimos orgullosos y a quienes admiramos y respetamos profundamente.

Estamos indignados, rechazamos y hemos rechazado esta publicación desde el momento en que el tweet de Nicolette VanDam salió publicado. El Director Ejecutivo Mundial de UNICEF ha expresado que este mensaje fue “inapropiado y altamente ofensivo” aseverando que UNICEF condena este tipo de contenidos.
 
Tú eres parte importante de nuestra organización y por esta razón quisimos que conocieras nuestra posición de primera mano. Ayúdanos a difundir este mensaje entre tus amigos y conocidos.

El daño que ha generado esta persona con su publicación es enorme, y está haciendo que paguen su ofensa las niñas, niños y adolescentes de Colombia.

Un abrazo y un enorme agradecimiento por tu apoyo,

Roberto de Bernardi
Representante de UNICEF Colombia

Más benévolo con Nicolette se mostró el director de Unicef Holanda, traduzco:

El 18 de junio Nicolette van Dam publicó un trino con una foto trucada (en plan de broma) con dos jugadores colombianos. El trino provocó una reacción increíble en Colombia y otras naciones latinoamericanas. Nicolette no sabía hasta entonces cuán sensible es Suramérica respecto a ese tema. Apenas se enteró borró el trino y publicó uno nuevo ofreciendo sus disculpas a los colombianos.

A pesar de que Nicolette trinó a título personal, diversos medios de comunicación lo asociaron con su trabajo como Embajadora de Unicef Holanda. Con titulares como “Embajadora de Unicef humilla a Colombia” se hizo daño a la reputación de Unicef. Nuestra oficina recibió innumerables reacciones preguntando por nuestra responsabilidad por parte de los colombianos, donantes y políticos. Muchos exigieron el retiro de Nicolette como embajadora.

Dadas las circunstancias y por respeto hacia nuestra organización, Nicolette ha decidido dejar de ser embajadora de Unicef Holanda. Las consecuencias imprevisibles de su trino han hecho que su cargo como embajadora sea insostenible. Lamentamos profundamente esta decisión.

Nicolette ha sido siempre una embajadora muy activa y comprometida con su labor como embajadora, es una persona de muy buen corazón. Desde 2010 trabajaba en conjunto con Unicef Holanda por los derechos de todos los niños. Gracias a este trabajo ha hecho la diferencia en la vida de muchos niños alrededor del mundo. Nunca estaremos lo suficientemente agradecidos por su labor.

La crónica utópica que me gustaría escribir sería una en que Unicef Colombia invita a la embajadora de Unicef Holanda a trabajar en un proyecto por los niños colombianos. Pero no, como lo que importa es la reputación y la imagen de Unicef, pues Unicef Colombia no encuentra nada mejor que decir que "lamenta que no puede despedir directamente a la embajadora Van Dam". Qué asco.

Unicef Colombia debería al menos suponer que si Van Dam es embajadora de su organización en Holanda por algo será –y no precisamente por publicar chistes malos u ofensivos en su cuenta de Twitter. El linchamiento contra Van Dam lleva ya más de 72 horas y esta reacción de Unicef Colombia no hace nada por crear un ambiente más favorable para que una embajadora de su organización tenga la oportunidad de mostrar su trabajo por Unicef y a través de él presentar sus disculpas a los colombianos. Este tipo de gesto definitivamente es demasiado utópico. En lugar de ofrecer una imagen amable del país, los estorninos colombianos están consolidando el principio de país violento, del tipo: "A mí me respeta, tetrahijueputa".

Sueño con que haya alguien medianamente sensible en la Federación de Fútbol Colombiana y que cuando le vayan a cobrar un tiro libre a Colombia y tracen la raya con el spray, algún jugador muestre una camiseta con un guiño amable a Van Dam. Ella se equivocó, pero la reacción de los colombianos no ha sido más acertada.

Después de perder 150.000 kilómetros cuadrados de mar, la única cruzada decente a la que se le apunta la canciller Holguín es gestionar que Van Dam sea deportada a Guantánamo: eso es lo mejor que puede hacer la diplomacia colombiana ante estas oportunidades. Pobres colombianos, si supiéramos cuánto cuesta mantener a Unicef y la Cancillería. Eso sí que es indignante, pero en fin.