Me escribe E. para decirme que el tema que Avishai Cohen interpretó en concierto no se llama Avísale a mi contrario sino Iroko, composición del maestro Ignacio Piñeiro.
Una versión más contemporánea de Abraham Rodríguez Jr., puro son borincubano:
Recuerdo que Avishai sí dijo Iroco. “La versión que tú mencionas es una de salsa después de que los nuyoricans le echan salsita al son”, remató E. La que yo recordaba era la de Roberto Roena, pero hay muchas versiones más con el mismo título:
Sentí la misma sorpresa del maestro Francisco Peña cuando le dije que Fuego en el 23 era composición de Arsenio Rodríguez. «Ah no, hombre, otro que resulta que todo lo de la salsa es cubano». Le conté mi búsqueda del origen de Congo Yambumba, porque estaba seguro de que había escuchado una versión con tambores batá. «¡Pero si esa es de Eddie Palmieri!», afirmó. «Qué pena, maestro, pero esa es de los Muñequitos de Matanzas. Hay otro arreglo muy bueno de Roberto Roena también».
Con estos dos ejemplos se inicia la serie Échale salsita en la Bitácora Utópica: clásicos antes y después de que les echen salsita. La secuencia de Congo Yambumba:
Y la salsa dura de Eddie Palmieri:
Nada qué hacer, como dice el coro, «el padre soy yo», el palo mayor. ¡A bailar!