Ayer en el filmclub M. propuso que fuéramos a ver Her al cine al aire libre. Es uno de los mejores planes del verano sin duda. Pero después de las dos películas malas del fin de semana me he propuesto minimizar los límites de mi masoquismo. Dije que me parecía mala, recordé un emilio de A. en el que me decía que no fuera a verla y además dije que me recordaba un episodio de la Dimensión desconocida. M., que es una experta en cine, me dijo que había varias películas y series de televisión buenas que eran derivados o variaciones de la Dimension desconocida. Mencionó Lost (que no he visto) y The Truman Show. “Está basada en el episodio Special Service, donde el protagonista descubre que su vida ha estado en la televisión durante los últimos 5 años”. A mí me parece una combinación de ese capítulo con el de People Are Alike All Over, donde el protagonista descubre que es parte de un museo natural.
Diría que Her está basada en The Lonely. La variación sobre el tema que hace Spike Jonze –según da a entender el trailer– es que reemplaza a la robot por un sistema operativo avanzado, el protagonista no está confinado a un asteroide remoto sino a la soledad de la vida moderna, el romance no se da en el desierto o en la habitación sino en sitios pintorescos urbanos y la sobriedad de la robot es remplazada por la voz de Scarlett Johansson. Como es un sistema operativo, para aterrizar al protagonista al final, la destruirán con un virus, le harán una actualización en la que pierde los datos y no se acuerda más de él o sufre una sobrecarga de usuarios y él no puede pagar el upgrade, algo así bien original. “¿Qué tiene de malo desarrollar o actualizar el argumento original? Ya todo está contado, no hay nada nuevo”, anotó tajante M. “Ya lo dijo Borges además en El jardín de senderos que se bifurcan”, concluyó.
“No siempre sale bien”, le dije, “recuerda nada más los episodios actualizados de The New Alfred Hitchcock presents”. “Golpe bajo — respondió ella–. ¿Te gustó The Truman Show?”. "Sobre todo la música". Total preferí no ir a ver la película, con la salvedad de que si a M. le gustaba, iría a verla el fin de semana. Es una discusión larga y compleja. A. lo lleva a un sitio más extremo: “Los griegos ya lo contaron todo”. O lo que es casi lo mismo, la variación original del arquetipo de Adán y Eva de la que escribió Borges. En la música, la cubana sí que sabe de estas variaciones. Al final creo que todo se puede reducir a una cuestión de gustos: de momento y salvo evidencia contraria, me sigo quedando con las versiones originales de la Dimensión desconocida.
Disfrutemos de un original y dos variaciones soberbias (y que A. o M. me demuestren que los griegos tenían tanto sabor):