II

Estamos listos para partir. Compramos provisiones para la caminata de dos días hasta Montegat, el último pueblo antes de ir hacia la Laguna Negra.
La dueña del hostal trata de disuadirme de ir a la Laguna, insiste en que allá hay fantasmas y son pocos los caminantes que han regresado con vida. Una más de las leyendas que la rodea y de las que nos vamos enterando a lo largo del camino. Ni Alejandro ni yo les damos importancia. Hemos recorrido ya bastantes caminos y senderos a pie y salvo casos de delincuencia común, no nos hemos encontrado ni fantasmas ni espíritus ni nada similar. Revisamos la cantidad de agua y me alegro de ver a Alejandro lleno de entusiasmo, como siemspre.