A una señora en Holanda le llega una carta de la empresa de energía presentándole sus condolencias por su fallecimiento… y a la semana le cortan la luz. «Le presentamos nuestras excusas señora K. –escribe el gerente de la empresa–, ya estamos revisando qué fue lo que sucedió para que no se vuelva a repetir este error, además porque la carta debe de llegar a sus familiares y no, por supuesto, a usted. Sentimos el inconveniente causado».