Mi inconsciente ya se está preparando para el Abierto Francés que se inicia el próximo fin de semana. Aparecen de la nada pequeños videos de las jugadas de Federer, especialmente aquella en la que devuelve la bola desde el extremo izquierdo de la cancha por el lado de la red, no por encima. Compartí la pregunta de la locutora, pero en otro sentido: "¿Es eso posible?". Las reglas del juego lo permiten, lo que parece imposible es cómo lo hizo. Y siguen llegando muchas otras jugadas. Según él, parte del secreto está en la concentración total que logra con el juego (no en el juego). Como en una experiencia zen, se vuelve uno con su raqueta, la bola, el oponente y el espacio de la cancha. Y aparece el duende, la magia de su creatividad para el placer de todos los aficionados al tennis. A esto se suma su gran espíritu competitivo. En estos momentos, solamente alguien como Rafael Nadal y su juego de energía exuberante, su capacidad inagotable para llegar a todas las bolas pueden frenar al mago Federer. Empieza la cuenta regresiva… qué suerte ser testigos de la era Federer.