Lo máximo que se podría espiar es que vamos a comprarle a Brasil unos aviones nuevos Embrear.
Revelación incrédula de un alto mando militar ante la sospecha de espionaje cubano en Colombia.
Lo máximo que se podría espiar es que vamos a comprarle a Brasil unos aviones nuevos Embrear.
Revelación incrédula de un alto mando militar ante la sospecha de espionaje cubano en Colombia.
Wilson le entrega una carta de la profesora a su mamá:
–Wilson, ¿por qué te portaste tan mal? ¿Por qué le rompiste los cuadernos a tu compañerito?
–Porque Dios me abandonó.
–¿Cómo puede decir eso, Dios siempre está contigo?
–¿Ah sí? Entonces ¿por qué no me dijo: «Wilson, no haga eso que está muy mal»?
I.
Ahora sí Estados Unidos se está poniendo las pilas con el eje Evo-Hugo-Fidel. Ahora resulta que sin que nadie se diera cuenta los miembros del Eje (y no hay que dejar pasar la resonancia histórica de este apelativo en el inconsciente colectivo) están mejor organizados de lo que creíamos: están a punto de desestabilizar la región y derrumbar las pocas democracias sólidas que quedan, como la colombiana.
Estados Unidos tiene una oficina dedicada a difundir información altamente confidencial sobre el régimen cubano: la Office of Cuba Broadcasting, OCB (responsable de Radio Martí, dependiente de la U.S. Information Agency). Es una agencia tan dinámica que sabe producir noticias según la coyuntura. Por ejemplo, cuando estalló la crisis por la compra de armamento español por parte de Venezuela, la OCB produjo una noticia providencial: un capitán del ejército cubano recién exiliado les había revelado información altamente confidencial sobre los planes que tenía Chávez con el armamento español:
La idea es que Chávez cree un conflicto fronterizo con Colombia para que todo el ejército colombiano tenga que desplazarse a la frontera a defender la soberanía. En ese momento, Bogotá se quedará sin protección y será el momento para que las Farc se tomen el poder. Todo esto lo están planeando con la ayuda logística y estratégica de Fidel.
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Existen amantes y hasta coleccionistas de teorías conspirativas. Es una afición bien divertida, no se puede negar: con ellas se puede incluso formar una colección simpática del absurdo, del tono imagínate lo que pudo haber pasado, muy en la línea de las crónicas utópicas. Otra cosa es que periodistas profesionales y serios como los de Cambio cedan a sus encantos y les otorguen credibilidad, como lo hacen esta semana revelando la posibilidad de que el embajador cubano, José Antonio Pérez Novoa, sea un espía cuya misión podría ser el mejoramiento de las relaciones entre las Farc y Venezuela. La chiva no aguantó dos días, hasta la Cancillería colombiana la desvirtuó.
II.
Asistí el domingo pasado a una manifestación en favor de escritores, periodistas, sindicalistas y defensores de los derechos humanos de Cuba en Ámsterdam. A reconocidos escritores neerlandeses se les pidió que adoptasen a alguno de estos presos políticos. A la gente se le pidió que donaran libros para los presos. No faltaron los bromistas que regalaron un ejemplar de El manifiesto comunista, un libro de ensayos de Chomsky y algunas novelas de García Márquez. Tampoco los solidarios que se manifestaron contra Guantánamo. Ambas manifestaciones se unieron rápidamente, pues el consenso sobre la ilegalidad –por decir lo menos– de Guantánamo fue unánime. Al final, recibí un diskette con el archivo Autocrats and Activists. How Hugo Chávez and Fidel Castro use Venezuela’s citgo oil to mobilize u.s. leftists to subvert free enterprise at home. Es fácil imaginar el contenido (no ofrezco su descarga para evitar alguna demanda por derechos de autor).
III.
La idea del informe confidencial entregado a Cambio y la del diskette es la misma: magnificar la amenaza que representan Fidel y Chávez para la democracia mundial. Esto no pasaría de ser simple propaganda política de no ser porque los presos existen en Cuba: el régimen los acusa de colaboracionistas con la USIA, y la utilización de las estrategias de la Usia hace pensar que las acusaciones podrían ser ciertas. En Colombia hemos tenido presos y desaparecidos políticos por sospechas menores de colaboración con la guerrilla.
Pero hay algo que todavía puede salir bien de todo este incidente. Cambio es una revista seria y profesional: su unidad investigativa puede averiguar cómo les metieron este gol y precisar a sus lectores hasta qué punto el documento que entregó el embajador de los Estados Unidos en Colombia es un panfleto cocinado por la Usia o si realmente tiene alguna validez. Tácticas similares como la denuncia de las famosas armas de destrucción masiva en Irak fueron las que llevaron a la invasión y el caos que vive ahora ese país; le toca el turno al espionaje cubano en Bogotá. Un reportaje contundente de Cambio desautorizando el material del embajador estadounidense podría ser una señal clara para la Usia de que aquí no les comemos cuento tan fácil como en la Inglaterra de Blair o la España de Aznar. Es que si ni siquiera les cree la Cancillería de Uribe, ¿qué estarán reportando a Washington los espías gringos en Colombia? ¿A Cambio de qué?
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Mark Penn es uno de los consultores más influyentes en Estados Unidos e Inglaterra. Su especialidad son las encuestas políticas. Desde su call-center se llaman diariamente a miles de personas para tomar el pulso de la realidad. Mark Penn puede decirle al presidente Bush cuándo está cayendo dramáticamente su popularidad por cierto tema (Irak, por ejemplo) y pasarle un memo diciéndole que ese tema necesita su atención. Sin el trabajo de inteligencia previo de Mark Penn, ninguna administración estadounidense (incluyendo a Clinton) toma decisión alguna. Una llamada de Mark Penn sirvió para que Clinton no se pronunciara sobre las reformas al servicio público de salud: "Sería impopular en este momento", le advirtió Penn. Con sus encuestas, Penn sabe qué es lo que el pueblo quiere escuchar. En el diagrama se ve cómo podría ser una encuesta de Penn para Colombia. Dos mil llamadas y un candidato sabe qué tiene (o no) qué decir. Este sistema sirve tanto para captar el voto de opinión como para reforzar el discurso de los caciques y sus candidatos subalternos. Es la política de las encuestas. Ahora que Blair y Bush están pasando por períodos de impopularidad por la guerra de Irak, escuchamos declaraciones sobre que sean Dios y la historia mis jueces sobre Irak, o pedir apoyo para las tropas y prepararse para nuevos ataques. La pregunta es cuánto tiempo pueden resistir estos discursos políticos. ¿O será que solamente cuando Bush alcance 80% de impopularidad aceptará que invadir Irak fue un error y que ahora hay que entregarle el mando a la ONU a ver si pueden hacer algo por Irak, por ejemplo? El mundo pendiente de las líneas telefónicas del señor Penn…
A una señora en Holanda le llega una carta de la empresa de energía presentándole sus condolencias por su fallecimiento… y a la semana le cortan la luz. «Le presentamos nuestras excusas señora K. –escribe el gerente de la empresa–, ya estamos revisando qué fue lo que sucedió para que no se vuelva a repetir este error, además porque la carta debe de llegar a sus familiares y no, por supuesto, a usted. Sentimos el inconveniente causado».