Hoy para variar en la serie Échale salsita presentamos un clásico (nota para el lector desprevenido: en esta serie solo se presentan clásicos) del son cubano que no necesita una sola gota de salsa: Perla Fina, del venerado pianista cubano Rubén González y en la voz del matancero Ramón Quián, más conocido como Monguito, el Único (nota para el lector desprevenido: no confundir a Ramón Monguito Quián con Ramón Mongo Santamaría). Son cuatro minutos y cuatro segundos que pueden alterar por completo el día. Como dijo Cheo Feliciano, ¡se soltaron los caballos!
Últimos coletazos
Nunca imaginé que celebraría la condescendencia de la élite bogotana con los resentidos, pero debo aceptar que me alegra que en esta ocasión sirva para desarmar a las Farc. Obviamente no oculto mi antipatía por esta guerrilla retrógrada. Hasta los diálogos de Tlaxcala aún me parecía importante que alguien asentara que la situación del país no está bien y que le dé voz a los más desfavorecidos por el statu quo. A la decepción de Tlaxcala con las exigencias absurdas de las Farc le siguió el fracaso estruendoso e injustificado de los diálogos de San Vicente del Caguán más de una década después, todo por la agenda doble que tenía las Farc (y que Fidel Castro hizo pública en su La paz en Colombia). La mejor oportunidad hasta entonces fue totalmente despilfarrada por ese divorcio entre la fantasía y la realidad, entre la creencia de que la toma militar sería posible y la realidad que demostraba lo contrario.
El hombre encargado de darles el golpe final es el mismo que los azotó con la Operación Conejo, más conocida como Operación Jaque. En un gesto de simpática semiótica, las Farc decidieron hacer un acto político en febrero de este año en Conejo, en La Guajira, como diciendo que ellas saben a qué juega Santos y advirtiendo que también están en capacidad de hacer lo mismo, como lo demuestra la experiencia de los diálogos de Tlaxcala y el Caguán. Pero el juego está llegando a su final.
En las últimas tres décadas las Farc ha demostrado que su principal relevancia política es el conflicto armado, el terrorismo, el narcotráfico, la extorsión y el secuestro. Activos políticos que solo le ha servido para entrar en la lista de organizaciones terroristas del mundo y dilatar los cambios políticos que necesita Colombia, pues cualquier semilla socialdemócrata es fumigada como aliada del comunismo fariano. De resto, las Farc poco más tiene que aportar al panorama político colombiano. Las casas de apuestas pueden abrirse a la pregunta de cuánto durará las Farc como partido político: ¿6 meses, uno, dos o tres años? (Sigue leyendo »»)
Morning
Hoy la serie Échale salsita está dedicada a uno de los clásicos del jazz latino: Morning, del compositor estadounidense Clare Fischer, su obra más reconocida en su extensa colección musical. Todo buen concierto de jazz latino debe terminar, ineluctablemente, en una gran fiesta de salsa. Los de Clare Fisher son la excepción a la regla y por eso es necesario echarles salsita.
Empecemos por la versión original de Fischer en este duo de piano con Bert van den Brink e iremos, como ya es tradición, in crescendo:
Sigamos con esta versión en vivo de Tito Puente con los solos sabrosos del flautista Mario Rivera y nada más ni nada menos que un jovencísimo Michel Camilo al piano on fire:
Campana Tin Tin Ton
Hace un tiempo, una estudiante de psicoanálisis bogotana me introdujo al clásico El negro mambí, del Conjunto Batiri de Antar Dali. Escuchémoslo para entrar en esta nueva entrega de la serie Échale salsita:
El mismo conjunto tiene un tema que dio origen a uno de los grandes clásicos de la salsa, Campana mayoral. Escuchemos primero la versión del Conjunto Batiri, Tin Tin Ton:
En 1977 José Mangual Jr. publicó su Tributo a Chano Pozo, que traía entre tantos éxitos el Campanero, tema obligado en cualquier templo de la salsa dura en América Latina:
Y luego lo arregló con violines para dar origen a la Campana mayoral:
Aquí están los ingredientes para una buena salsa y una buena noche de viernes, disfruten lectores utópicos.