Recién llegado a Holanda una de las primeras charlas que tuve que me impresionaron fue con un asesor de Schelto Patijn, entonces alcalde de Amsterdam y mascota oficial del festival de la comunidad LGBT de la ciudad. El asesor estaba encargado de evaluar el escenario en el cual el tráfico de trenes de la Estación Central podría ser desviado a la Estación Sur: ¿qué pasaría? “Es una posibilidad para el 2010”, me dijo. Era 1998. Un shock gratificante para cualquier cronista utópico. Eso es tomarse en serio la planeación y desarrollo de una ciudad.
Recordé esa charla por una noticia puntual que leí en el periódico ayer: “Desaparece la irritante cebra anterior al Damrak y el Hotel Victoria”. El Damrak es la calle que lleva desde la Estación Central a la plaza principal de la ciudad, la Dam. Es la más costosa: diariamente circulan por ella miles de turistas de más de 150 nacionalidades dispuestos a comprar cualquier chuchería o comer en el primer restaurante que encuentren. Circular por ella sigue siendo uno de mis placeres culpables.
La cebra desaparecerá esta noche porque un grupo de expertos de la Alcaldía concluyó, después de revisar horas de circulación en videocámara, que “no es del todo claro quién tiene la vía”, si los peatones o los ciclistas. La confusión se explica porque es la única esquina que tiene cebra y semáforo peatonal: un peatón desprevenido puede entender que la cebra le da prelación al atravesar la ciclovía, omitiendo que el semáforo está en rojo. Esto ha dado origen a muchos altercados entre peatones y ciclistas. He visto también el caso contrario: peatones que no confían o no están acostumbrados a una cebra y se detienen ante las bicicletas aún teniendo el semáforo en verde. “Es mejor que desaparezca la cebra para acabar con esa incertidumbre”, continúan los expertos. «Así podremos evitar también molestos incidentes».
A veces pienso que la utopía puede ser un lujo. Tener un equipo de expertos que se preocupe por el tráfico entre peatones y ciclistas es una prueba de ello. Pero también es cuando recuerdo que la utopía es sinónimo de “así deberían de funcionar las cosas”. La cebra podría volver: los expertos terminan su informe diciendo que evaluarán la circulación durante los próximos tres meses y entonces tomarán una decisión final. Es bello contar cómo se cuida el bienestar en una ciudad.