Ha estado muy divertida la historia de la restauración del Ecce Homo pintado en el siglo XIX en un muro de la iglesia de Borja, en Zaragoza, España. El resultado final es ahora mundialmente conocido:
El cura de la Iglesia ya se apresuró a decir que una comisión de restauradores expertos se encargará de tratar de rescatar la obra original. Sin embargo, al ver el estado en que se encontraba en la imagen de la mitad, en la que se ve que la pintura se ha caído porque el muro no estaba preparado para el cuadro, es muy difícil restaurar nada. De hecho, se necesita el trabajo de un artista… o una artista, como doña Cecilia Giménez. (Sigue leyendo »»)