Cuenta su hermano menor que lo escuchó hablando por teléfono diciendo que él no quería arreglar problemas a golpes. Cuenta su madre que él no quería ir a la fiesta de disfraces, cuenta también que lo terminó de convencer una serie de mensajes que le envió Laura Moreno. Y cuenta Laura que fue ella la última persona en verlo con vida después de que saltara al caño del parque del Virrey.
Cuenta el abogado de la defensa Lombana que él no cree que Laura Moreno o Carlos Cárdenas se hayan levantado con la idea de matar a Luis Andrés Colmenares. No hay espacio para hablar de una muerte anunciada propiamente –y de momento–, sino quizás de una paliza anunciada que terminó de manera fatal y que nos está mostrando muchos rasgos de la bogotaneidad y el funcionamiento del poder en Colombia. (Sigue leyendo »»)