Borges ya lo advirtió: “Elige bien a tus enemigos porque, tarde o temprano, acabarás pareciéndote a ellos”. Por citar dos ejemplos, Vargas Llosa y Apuleyo Mendoza. Se llamaron algún día de Izquierda y terminaron escribiendo o prologando El manual del perfecto idiota latinoamericano, que por el juego de espejos es también el manual del perfecto idiota neoliberal latinoamericano. Prueba suficiente son los análisis políticos que escriben estos dos adalides del neoliberalismo. Otro ejemplo aún más reciente es La civilización del espectáculo, coronada con el nuevo record Guinness para Vargas Llosa del primer Nobel de Literatura con cuatro portadas seguidas de la revista Hola (y las que le faltan). Una migración feliz de sus columnas de opinión de El País a Hola sería coherente y apropiada.
El francotirador neoliberal ya había apuntado a Tsipras en febrero de este año. Mañana su proyectil puede impactar su diana. Pero no por la munición que utilizó. Alemania tiene en las cuerdas a Grecia: la congelación del apoyo del BCE está a punto de dejar en la iliquidez al país heleno. Las medidas de austeridad del Eurogrupo han motivado dos cambios de régimen en Grecia (Yorgos Papandreus y Antonis Samaras) y mañana podría cobrarse el tercero. Es claro que no importa el color del partido, lo que importa es encontrar a un Primer Ministro griego que siga sin chistar sus órdenes, sin importar el precio para el país.
La forma en que el Eurogrupo está presionando el Sí en Grecia es un chantaje a la democracia. La idea del referendo era preguntarles a los griegos si querían comprometerse o no con la última propuesta de la Troika. El Eurogrupo lo convirtió en un referendo sobre la permanencia o no de Grecia en la Unión Europea, y está presionando con la amenaza de oficializar la bancarrota del sistema financiero griego. Más antieuropeo y antidemocrático no se puede ser. Como más neoliberal tampoco.
El reporte filtrado del Fondo Monetario Internacional dejó desnuda a Angela Merkel: para el FMI, como para todos los economistas de alto nivel, es claro que el programa de la Troika no es eficaz, no resuelve la crisis griega y, por el contrario, hace que toda la ayuda a Grecia sea inane. Hace eco de la necesidad entonces de reestructurar la deuda, el punto por el cual no se ha podido llegar a un acuerdo desde enero con la Troika. Si no se atienden estas recomendaciones es básicamente porque Alemania no quiere asumir el costo de esa decisión, no porque sea inviable o negativo para Europa.
La inexperiencia a la hora de negociar de Tsipras y su equipo les impidió ver que había una grieta en la Troika con los análisis del FMI. Con habilidad diplomática habrían podido sacar a Lagarde del closet. En su lugar, llegaron a llamarla criminal. Así es imposible lograr alianzas y es la gran duda del No mañana: ¿es capaz este equipo de Tsipras de llevar a cabo una buena negociación para Grecia?
Los griegos irán mañana a las urnas con más de un francotirador apuntándoles y listos a disparar el gatillo. Lo han hecho antes, no habrá reparo en hacerlo de nuevo: si Grecia no les entrega la cabeza de Tsipras (triunfa el Sí), lo harán ellos el lunes (si gana el No). El francotirador neoliberal dirá que ya lo había advertido, «quién los mandó a elegir a un gobierno populista», impávido sin ver para quién está disparando. Ya alcanzó la cota del mundo rosa neoliberal: viaje en avión privado a la fiesta de un octogenario millonario en Portugal para posar en su cuarta portada de Hola. ¿Cómo no va a ser bueno el neoliberalismo?