¿Hay vida después del Barça?

Qué es mejor: ¿ser cola de león o cabeza de ratón? “Cabeza de león” responden los niños más aventajados. En el Barça esa le corresponde a Messi. Luego están todos esos excelentes jugadores que no llegan a la titularidad o que se van acercando a su retiro. Pienso en la decisión que tomó el canario Pedro Rodríguez yéndose al Chelsea. “Lo fácil era quedarme, salir en la foto y ganar títulos”, dijo Pedro. Su papel en el Barça se redujo a ser recambio de Suárez o Neymar, ni más ni menos. Como cola de león pudo alcanzar a firmar el frustrado segundo sextete del Barça, pero prefirió aprovechar la oportunidad que le ofrecía Mourinho: más minutos de juego en el Chelsea, algunos medios dicen que hasta le ofreció la titularidad.
Alexis Sánchez y Cesc Fábregas tomaron el mismo camino en la temporada anterior por las mismas razones. Cuando no se es la cabeza del león, cuando no se es el mejor jugador del mundo que juega todos los partidos, la lucha por los minutos se vuelve feroz. Para los que creemos que en este caso es mejor ser cabeza de ratón, la decisión que han tomado estos jugadores culés es la mejor: han sobresalido en sus actuales equipos, han entrado en la élite de los indispensables y aportan gran calidad y resultados.

No es una decisión fácil dejar al Barcelona: si se es parte del “rey de la selva”, ¿por qué irse a jugar al equipo de los búfalos o los cocodrilos? Hay también un golpe al ego: ¿acaso no estoy al nivel para jugar más minutos en el mejor equipo? Es lo que me gusta de la decisión de Sánchez, Fabregas y Rodríguez: en otro equipo podrán jugar a plenitud, mejor irse, así no sea el mejor del mundo. Hay vida después del Barça.
Me llama también la atención el caso de Mourinho. Creo encontrar un paralelo entre él y Florentino: ambos quieren llevarse las estrellas de los mejores equipos, hay una especie de envidia soterrada cada vez que ven jugar a los contrarios. Ambos deconstructores consumados. A Mourinho solo le interesa crear equipos ganadores, no que jueguen bonito, lo que lo diferencia de Florentino, que quiere equipos que enamoren. Pero igual, como les sucede a los niños que ven la felicidad de otro niño con un juguete, creen que serán igual de felices si le compran el juguete al niño. “En el Real Madrid deben de estar los mejores”, resalta siempre Florentino. Por eso dice que en el Madrid por supuesto que hay espacio para Messi. Pero para hacer un equipo que enamore se necesita mucho más que comprar todas las estrellas galácticas del mercado. Eso es lo que hace tan difícil dejar al Barça. ¿Es mejor ser cola de león o cabeza de ratón?