Virgie

De paseo por las librerías me encontré con el libro Ik was de vrouw van Escobar. Mijn leven met de gevaarlijkste drugscrimineel ter wereld (Fui la mujer de Escobar. Mi vida con el narcotraficante más peligroso del mundo), de Virginia Vallejo. Al parecer la película dirigida por Fernando León de Aranoa (ganador de varios Goya y con varias películas memorables a su haber) sí llevará el título original del libro (al menos en el afiche en inglés que mostraron en el festival de Cannes este año).

Cuando fue publicado en 2007 en Colombia vi un par de entrevistas con Virginia en Youtube y me parecieron vergonzosas, no tuve ningún interés en leer el libro. Pero ya traducido al neerlandés e inspirando una película con León de Aranoa, Bardem y Penélope Cruz (quien se dio a la tarea de aprender a hablar colombiano como Virginia), parqueé mis prejuicios y cedí a la curiosidad.

Salí tremendamente sorprendido, por decir lo menos, luego de ser atrapado por el ego trip de Virginia, o Virgie, como le dicen sus más cercanos.

Si fuera una novela diría que recuerdo pocas donde aparece un personaje femenino tan fuerte y bien trazado. Pero al ser un ego trip me dejó esa sensación trillada de que la realidad supera a la literatura.

Virginia comparte sin ningún complejo esa creencia de varios miembros de la élite colombiana de ser ciudadanos del mundo porque se sienten como en casa en las principales capitales del planeta (Nueva York, París, Madrid, Ginebra, etc.), en curioso contraste con artistas e intelectuales como García Márquez, Vargas Llosa, De Szyszlo, Victoria Ocampo, etc., que descubren precisamente que son latinoamericanos luego de vivir una buena temporada en Europa. Virginia estaría más de acuerdo con el fotógrafo peruano Mario Testino, que habla del Sophisticated Latin American. Más aún en el caso de ella cuando se reconoce como la diva de todas las divas. ¿Cómo terminó ella enamorada de Pablo Escobar, el rey de la coca?

Da varias explicaciones: el momento en que él la salva de morir ahogada en un río y le dice que de ahora en adelante deberá cuidarla por el resto de su vida sólo algunas horas después de conocerse; la sensación de seguridad y protección que sus brazos le daban; su generosidad sin límites que se materializó en Medellín sin tugurios y que le valió el mote del Robin Hood paisa; y, no sin ironía, que su novio por definición siempre será el Hombre Más Rico de Colombia, así como lo escribe.

La trampa del ego de Virgie le hace creer que ningún hombre poderoso podrá hacerle daño nunca sencillamente porque será más fuerte el deseo por ella que las ganas de lastimarla. Así, para provocar los celos de Escobar, se deja conquistar por Gilberto Rodríguez Orejuela, en lo que ella describe como un affaire que se consumó en apenas cinco minutos. La trampa no le permite ver que para el Ajedrecista ella no era más que la reina de su oponente y que, en la preparación de la partida feroz que iba a disputar con Escobar, tomarla sería una victoria significativa. La escena más cómica del libro se da cuando el Ajedrecista envía a un subalterno a comerse las sobras dejadas por los dos reyes, el turno de los pobres, y Virginia lo saca corriendo al encañonarlo con una Beretta de 9 mm y amenazándolo con entregarlo a los hombres de Escobar: los párrafos que le dedica al hombre son de antología.

Aparte de estas escenas de enamorados, Virginia deja varios datos importantes para comprender la historia del país. Por ejemplo, que Luis Carlos Sarmiento Angulo no tuvo problema en recibir el dinero del Cartel de Cali en sus sucursales del Banco de Occidente; que Álvaro Uribe Vélez, como director de la Aerocivil le otorgó varias licencias para pistas de aterrizaje al Cartel de Medellín; que el M-19 efectivamente recibió un millón de dólares de parte de Pablo Escobar para financiar la toma del Palacio de Justicia; y la prueba de esa máxima de R. H. Moreno-Durán de que «en Colombia la política es tan nociva que corrompió hasta el narcotráfico» para afirmar que fue Santofimio quien insistió en asesinar a Luis Carlos Galán. Por estos dos últimos hechos, los Estados Unidos de América le concedieron el estatus de asilada política y la llevaron en un avión de la DEA a Miami, donde vive actualmente. Last but not least, fue ella quien alertó al gobierno alemán de que Escobar intentaría enviar a su familia allá un domingo y que debería estar atento para que no sucediera. Como todos sabemos, la deportación de la familia de Escobar de regreso a Colombia fue clave para que él cometiera el error que le terminó costando la vida, la llamada prolongada a su hijo en las Residencias Tequendama.

En una entrevista a Gloria Gaitán, la hija de Jorge Eliécer, dijo que Virginia le había contado que el padre de Uribe había sido testaferro de Escobar y que fue este quien lo mató, no las Farc. Pero no aparece nada de esto en el libro.

Tengo mucha curiosidad por ver la película de León de Aranoa, es sin duda un relato muy cinematográfico, aunque al ver el reparto donde no aparece el Ajedrecista, caigo en el prejuicio de que la película no será mejor que el libro. Ojalá esté equivocado. Como también me quedaré con la duda imposible de resolver de cómo habría utilizado García Márquez los perfiles que dibuja Vallejo y la información que maneja en Noticia de un secuestro.