Carlos Fuentes decía que el trabajo del escritor es idéntico al de los holandeses con el mar: hay que construirse un espacio propio, ganarle unos pocos metros de tierra al mar. Con esta experiencia los holandeses han creado un dicho muy hermoso para referirse a otra persona: “Es alguien sobre quien se puede construir”.
El Barça tuvo un año desastroso precisamente porque le faltó ese pilar sobre el cual construyó sus años más gloriosos: Carles Puyol. La debacle se culminó con la lesión de otro pilar importante, Víctor Valdés, para dejarle la portería a Pinto, un arquero no apto para cardiacos. Bastaba con que el Real Madrid recuperara el balón en el mediocampo para que todo el Barça temblase –y no sin razón.
Ayer España fue eliminada de Brasil 2014 por un aguerrido y valiente Chile que terminó por derrumbar la obra española de los últimos seis años. Sin Puyol la defensa española hizo agua –como la del Barça– y el mediocampo y los delanteros no tuvieron esa garantía al fondo que los empuja a ser más valientes al ataque.
La tarea de Del Bosque o de quienquiera que sea el próximo entrenador de España no es nada fácil: tiene que encontrar a ese hombre en quien construir y como lo demuestra ahora mismo el mercado, como Puyol no hay ninguno. Qué triste homenaje a un gran central.