Siempre he pensado que el cuento La verdad sobre Sancho Panza, de Kafka, es la mejor definición de literatura que conozco. Pero esta belleza de Antonio Muñoz Molina se le acerca bastante:
Tal vez la literatura, que se basa no en la creencia, sino en la suspensión transitoria de la incredulidad, nació como un antídoto contra las abrumadoras ficciones colectivas, como un recordatorio de la conciencia solitaria y del mundo real que esas ficciones usurpan.