La temperatura sube

Mexicanos apoyando a su selección en Amsterdam

Mexicanos apoyando a su selección en Ámsterdam

1. Cooling break

En el minuto 85 pensé que había llegado el fin de la Fiebre Naranja (Oranjekoorts en neerlandés). Sentí nostalgia por el ambiente festivo, por los últimos minutos del traje naranja del país, por la emoción de ver un partido de Holanda. Con un trallazo de Sneijder se acabó mi nostalgia. No me parecía injusta la eliminación del equipo en ese momento: Van Gaal había optado por un esquema defensivo renunciando a la seña de identidad más característica de los holandeses: el buen toque al ataque. Después del cooling break se lanzaron a la ofensiva y lograron dos goles en 6 minutos. Pero la Fiebre Naranja estuvo bastante cerca de un cooling break de cuatro años. Se desató la celebración y la temperatura aumentó varios grados. El siguiente partido será un placer por el enfrentamiento estratégico entre Van Gaal y Pinto.

2. Lost in Translation

Antes del partido, los mexicanos estaban exultantes diciendo que les gustaba el jugo de naranja e iban a exprimir a Holanda. Un juego de palabras divertido para provocar al oponente. Sin embargo, pocos holandeses lograron relacionar el gusto por el jugo de naranja de los mexicanos y su selección. En neerlandés naranja es sinaasappel, que no tiene nada que ver con el anaranjado (oranje). La selección adoptó ese color porque hace referencia al apellido de la familia real. Para mayor paradoja, muy pocos holandeses saben que a su selección se le conoce mundialmente como la Naranja Mecánica (Mechanische Sinaasappel en neerlandés). Como explicarles a los griegos qué significa el griego en el mundo occidental.

Dentro de ese espíritu KLM trinó una imagen divertida e inocente sobre la salida de los mexicanos de regreso a casa sin jugo de naranja. Pero, como Nicolette van Dam, desató la ira de muchos mexicanos que empezaron a insultar a su empresa. Aeroméxico valoró la oportunidad y respondió afablemente de la misma manera con el aviso de Arrivals, como si Unicef Colombia hubiese publicado fotos de Falcao y James haciendo sus trabajos de buena voluntad con niños en sus brazos: me imagino la cara de Nicolette al ver cómo trató a dos colegas embajadores de buena voluntad suyos.

3. Borges y el fútbol

Como cada cuatro años vuelve a circular la opinión de Borges sobre el fútbol, que en realidad es una diatriba contra la exacerbación del nacionalismo, lo que rodea al deporte. Hace años estaba de fiesta con un amigo y él se quedó sin dinero para ir al siguiente bar. Me pidió que lo acompañara al cajero automático. Miró el saldo de su cuenta y estaba en rojo por 800 florines. Sacó 25 y me dijo que su límite en el rojo era de dos mil florines. “Somos un país tan rico”, fue su conclusión, “podemos permitirnos que los estudiantes estén en rojo”. Me sorprendió que tuviera tal conciencia de la riqueza de su país y que la midiera de esta manera.

Para los holandeses esto no es más que fútbol, la identidad o autoestima de la nación no depende de su selección. En América Latina sabemos que la percepción es otra. ¿Qué hace el presidente de Uruguay defendiendo a Suárez, por ejemplo? La autoestima nacional holandesa está fundada, entre otras, en el derecho colectivo y real a la salud, la educación y la vivienda. El fútbol está para divertirse o para sorprenderse (con algo de ego) de que un país tan pequeño pueda derribar a los grandes o pueda llegar lejos. Si eliminan a la selección pues será una frustración pero nada para morir. De ahí la dificultad de entender cómo un simple chiste puede causar una tempestad en otros países. Siguiendo a Borges, no estaría mal que el nacionalismo se tomara un cooling break también: es fútbol, nada más.

Bailemos:

Falcaodependencia: el antídoto

 

Después de ver el gol de Jackson Martínez a lo Falcao contra Japón, me pregunté ayer durante el partido lo mismo que Rafa XIII en equinoXio:

No deja uno de pensar cómo habría sido esta Selección Colombia en Brasil si hubiera estado Radamel Falcao García. Si así no más gana, gusta y a veces golea, ¿qué tal si lo tuviéramos a él?

Vi los amistosos de Colombia contra Holanda y Bélgica y tuve la impresión de que la selección sufría de Falcaodependencia y sin él no habría nada qué hacer. Pékerman tuvo que replantear la estrategia a la carrera y el resultado está siendo maravilloso y sorpresivo para todo el mundo. Aparte de James y Falcao la gente no sabía mayor cosa de Colombia. La necesidad de compensar la ausencia de Falcao le ha dado oportunidad a otros futbolistas y han estado a la altura. Cosa que no sucedió con Uruguay sin Suárez, lo mismo que probablemente les pasaría a Argentina sin Messi o Brasil sin Neymar.

A Colombia todavía le cuesta plantear el partido desde el principio, como que toma su tiempo en despegar y la prensa mundial admira las charlas técnicas de Pékerman en el intermedio: sale una Colombia contundente después de ellas. Los espías brasileros inundarán de micrófonos el camerino colombiano para prevenir la debacle en el segundo tiempo.

No obstante, es inevitable soñar cómo sería esta Colombia con Falcao jugando de centro delantero puro. Ahora sí, a soñar en la playa.

Salpicón mundialista, 2

1. Dos golazos en busca de nombre

A la búsqueda del nombre del gol de Bryan Ruiz, se le suma ahora la de los nombres de los dos golazos de James Rodríguez. El primero de zurdazo limpio clasifica de sobra a candidato como mejor gol del mundial. El segundo disputa el triplete campeón del gol de Bryan: 1. Primer gran gol de jugada colectiva con más de 5 pases en lo que va de mundial; 2. James duerme como goleador de Brasil 2014 esta noche; 3. Le quita el maracanazo a Uruguay justo antes de plantarle cara a Brasil: primer aviso. En el noticiero del mundial no dejan de repetir el golazo de James.

2. Uruguay jugó como un tango

Muchos uruguayos afirman que Gardel nació en su país. La mejor Uruguay no deja margen de duda, pero su peor versión tampoco. Hay que recordar esos tangos que le cantan al malevaje, a esa pandilla de los Maxis Pereira, Arévalos y Ramírez, unos defensas de destrucción contratados en una esquina de mala muerte. Que Uruguay le hace la vista gorda a tener esos jugadores en su equipo lo demuestra la defensa al acto caníbal de Luis Suárez. Doloroso ver a jugadores tremendos como Cavani y Forlán buscando furrusca con la defensa colombiana. Aposté a que el partido terminaba 3-1 a favor de Colombia imaginando alguna jugada imparable de Cavani y Forlán: tuvieron su oportunidad pero nada. Dentro de ese ocaso de los dioses que se está convirtiendo Brasil 2014, les llegó el turno a los uruguayos.

3. Al rojo vivo

La canarinha sufrió hasta el último segundo con Chile: el equipo no logra cuajar y Colombia tiene una oportunidad dorada para hacer historia: la progresión del equipo colombiano es desbordante en este momento. Los chilenos jugaron de tal manera que ellos o Brasil eran justos ganadores. Esta noche, el placentero sueño de James como goleador temporal del mundial será la pesadilla de los brasileros.

A celebrar y a bailar que esta noche no da para más:

Estorninos colombianos: ¡al ataque de nuevo!

1.

Mi Manual de supervivencia para Bogotá tiene varias reglas. Por ejemplo tres de ellas:

  1. Si te van a robar con arma blanca, entrega todo lo que tienes: no llevas contigo nada que no podrás recuperar después;
  2. En caso de accidente, preocúpate primero por las víctimas si las hay y luego en reparar los daños. Si es tu culpa, empieza diciendo “No se preocupe, yo me hago responsable de todos los daños”.
  3. No aceptes los piques de los conductores de buses, ejecutivos y busetas: son más grandes y si te chocan dirán que tienen una familia con 12 hijos que depende de su salario mínimo, “no me denuncie por favor, mis hijos morirán de hambre”.

Son reglas o consejos para prepararse ante eventualidades desagradables o potencialmente traumáticas en la ciudad. Todavía en Ámsterdam, cuando me agacho para ponerle el candado a la bicicleta, pienso que ese es el momento del papayazo para que me la roben. Al viajar al extranjero, un colombiano debe estar preparado para otro tipo de experiencias desagradables. Como que le digan: “¿De Colombia? ¡Cocaína!”. Lo que los comentaristas australianos dijeron es una triste realidad: para muchas personas en el mundo, desafortunadamente es lo primero que asocian cuando escuchan el nombre de nuestro país.

En todo el tiempo que llevo viviendo en Ámsterdam nunca he tenido que pasar por esa experiencia desagradable. Pero sí en otras ciudades de Holanda. En un nuevo trabajo en Bolduque (‘s-Hertogenbosch en neerlandés), para darme la bienvenida en un ambiente relajado a mi jefe se le ocurrió decir a la hora del almuerzo: “Con que vienes de Colombia, Daniel, ¡ahora tendremos cocaína a buen precio!”, seguido por una risotada.

Con los años he ido trabajando, puliendo, perfilando mi Manual de supervivencia en Holanda. En una reacción extrema podría haber empezado una campaña de indignación y discriminación contra mi jefe. Pero sabía que a pesar de todo lo había hecho con buena intención. Mi respuesta fue: Sorry hoor, verkeerde Colombiaan. “Lo siento, colombiano equivocado”. Era mi forma de decirle que sí, hay muchos narcotraficantes en Colombia, pero no soy uno de ellos, como millones de colombianos tampoco. Parte del Manual de supervivencia incluye una cartilla pedagógica sobre cómo informar a las personas sobre la cadena de producción del narcotráfico, que a pesar de lo que se dice Colombia es el eslabón más débil y que los grandes carteles están en EUA y Europa.

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Damage control

Me han llegado ya varios correos promoviendo la indignación por el meme de Nicolette van Dam. Uno de ellos incluye la carta que envía Unicef Colombia a sus donantes:

Te escribimos para expresar la posición de UNICEF Colombia sobre la ofensiva publicación que realizó la Embajadora del Comité Holandés de UNICEF Nicolette VanDam en la red social Twitter.

Reafirmamos la convicción de UNICEF de trabajar en contra de la discriminación, razón por la cual rechazamos el comportamiento de la Señora VanDam, que sin duda incumplió con los principios que nuestra organización promueve. UNICEF Colombia repudia este acto y está siendo persistente en solicitar su destitución.

Lamentablemente UNICEF Colombia no tiene la autoridad para destituir directamente a la Embajadora en mención.

Desde UNICEF Colombia pedimos excusas a todos los colombianos por el ofensivo mensaje y en especial a James Rodríguez y a Radamel Falcao, de cuya integridad nos sentimos orgullosos y a quienes admiramos y respetamos profundamente.

Estamos indignados, rechazamos y hemos rechazado esta publicación desde el momento en que el tweet de Nicolette VanDam salió publicado. El Director Ejecutivo Mundial de UNICEF ha expresado que este mensaje fue “inapropiado y altamente ofensivo” aseverando que UNICEF condena este tipo de contenidos.
 
Tú eres parte importante de nuestra organización y por esta razón quisimos que conocieras nuestra posición de primera mano. Ayúdanos a difundir este mensaje entre tus amigos y conocidos.

El daño que ha generado esta persona con su publicación es enorme, y está haciendo que paguen su ofensa las niñas, niños y adolescentes de Colombia.

Un abrazo y un enorme agradecimiento por tu apoyo,

Roberto de Bernardi
Representante de UNICEF Colombia

Más benévolo con Nicolette se mostró el director de Unicef Holanda, traduzco:

El 18 de junio Nicolette van Dam publicó un trino con una foto trucada (en plan de broma) con dos jugadores colombianos. El trino provocó una reacción increíble en Colombia y otras naciones latinoamericanas. Nicolette no sabía hasta entonces cuán sensible es Suramérica respecto a ese tema. Apenas se enteró borró el trino y publicó uno nuevo ofreciendo sus disculpas a los colombianos.

A pesar de que Nicolette trinó a título personal, diversos medios de comunicación lo asociaron con su trabajo como Embajadora de Unicef Holanda. Con titulares como “Embajadora de Unicef humilla a Colombia” se hizo daño a la reputación de Unicef. Nuestra oficina recibió innumerables reacciones preguntando por nuestra responsabilidad por parte de los colombianos, donantes y políticos. Muchos exigieron el retiro de Nicolette como embajadora.

Dadas las circunstancias y por respeto hacia nuestra organización, Nicolette ha decidido dejar de ser embajadora de Unicef Holanda. Las consecuencias imprevisibles de su trino han hecho que su cargo como embajadora sea insostenible. Lamentamos profundamente esta decisión.

Nicolette ha sido siempre una embajadora muy activa y comprometida con su labor como embajadora, es una persona de muy buen corazón. Desde 2010 trabajaba en conjunto con Unicef Holanda por los derechos de todos los niños. Gracias a este trabajo ha hecho la diferencia en la vida de muchos niños alrededor del mundo. Nunca estaremos lo suficientemente agradecidos por su labor.

La crónica utópica que me gustaría escribir sería una en que Unicef Colombia invita a la embajadora de Unicef Holanda a trabajar en un proyecto por los niños colombianos. Pero no, como lo que importa es la reputación y la imagen de Unicef, pues Unicef Colombia no encuentra nada mejor que decir que "lamenta que no puede despedir directamente a la embajadora Van Dam". Qué asco.

Unicef Colombia debería al menos suponer que si Van Dam es embajadora de su organización en Holanda por algo será –y no precisamente por publicar chistes malos u ofensivos en su cuenta de Twitter. El linchamiento contra Van Dam lleva ya más de 72 horas y esta reacción de Unicef Colombia no hace nada por crear un ambiente más favorable para que una embajadora de su organización tenga la oportunidad de mostrar su trabajo por Unicef y a través de él presentar sus disculpas a los colombianos. Este tipo de gesto definitivamente es demasiado utópico. En lugar de ofrecer una imagen amable del país, los estorninos colombianos están consolidando el principio de país violento, del tipo: "A mí me respeta, tetrahijueputa".

Sueño con que haya alguien medianamente sensible en la Federación de Fútbol Colombiana y que cuando le vayan a cobrar un tiro libre a Colombia y tracen la raya con el spray, algún jugador muestre una camiseta con un guiño amable a Van Dam. Ella se equivocó, pero la reacción de los colombianos no ha sido más acertada.

Después de perder 150.000 kilómetros cuadrados de mar, la única cruzada decente a la que se le apunta la canciller Holguín es gestionar que Van Dam sea deportada a Guantánamo: eso es lo mejor que puede hacer la diplomacia colombiana ante estas oportunidades. Pobres colombianos, si supiéramos cuánto cuesta mantener a Unicef y la Cancillería. Eso sí que es indignante, pero en fin.