El futuro del torero es impredecible

José Tomás después de una cogidaCreí encontrarme hoy a un visionario utópico cuando leí el titular de la columna del doctor Ramón Vila: El futuro del torero es impredecible. Me imaginé que ya dentro de la misma sección dedicada a los toros en El País de España se empezaba a preparar a sus seguidores para lo inevitable, el fin del toreo. Pero no, era un falso positivo nada más: el doctor Vila se limita a analizar la cornada sufrida por el torero José Tomás, resaltar la noble actuación del equipo médico y desearle sus parabienes para que vuelva pronto al ruedo.

El accidente de José Tomás llega justo después de una columna de Vargas Llosa defendiendo, cual bully, la fiesta brava. Para él:

La fiesta de los toros representa una forma de alimento espiritual y emotivo tan intenso y enriquecedor como un concierto de Beethoven, una comedia de Shakespeare o un poema de Vallejo.

Para ilustrar sus ideas, decide escoger a una señora compañera de mesa para torearla con sus brillantes ideas. Ya sabemos que él necesita este alimento espiritual y, al tamaño de su ego, muy probablemente habrá tenido la sensación de que cortó rabo y dos orejas con su impecable exposición. Pues no. Pitos y rechiflas para este brillante e improvisado mataor.

Antes debo confesar que sé apreciar el arte del toreo y, en especial, del rejoneo. El lenguaje corporal del torero en la corrida o el movimiento de los caballos frente al toro son artísticos y tienen la fuerza para conmover estéticamente al observador. No me sorprende entonces que hayan sido inspiración para Goya, Picasso o Botero. La figura mitológica del minotauro picassiano es la suma de esa comunión que se da entre toro y torero, entre la fuerza y constancia del toro y la inteligencia y habilidad del torero. Pero hay dos problemas grandes con estos artes del toreo y el rejoneo: la necesidad de muerte y la sed de sangre del público. La imagen de José Tomás ensangrentado, probablemente ofreciendo las orejas del toro al público, es el sinónimo de una gran faena.

Vargas Llosa le espeta a la señora que la langosta que se está comiendo fue hervida viva a fuego lento "porque, al parecer, padeciendo este suplicio su carne se vuelve más sabrosa gracias al miedo y el dolor que experimentan". Oigo el largo "oooleeee" que se habrá autoprodigado el escritor. Pero olvida que nadie le estaba poniendo música al cocinero, avivándolo con cada giro de la langosta o esperando babeante el momento de la muerte del crustáceo. De esta suma de características viene la palabra bullying, del placer que sienten las personas cuando ven arrinconada a otra, no solo se deleitan con ello sino que avivan el abuso. Ya por simple educación cívica es un arte que se debe de acabar. Y hay que darle un punto de razón a Vargas Llosa: es necesario examinar la forma en que se preparan las langostas para que se les dé una muerte rápida e indolora. Pero lo uno no justifica lo otro, vergonzoso decirle esto a alguien como el escritor peruano.

El escritor torero también dice que sin la fiesta brava no habríamos conocido las obras inspiradas en ella (y claro, al citar a Goya o a Picasso el hombre se da un nuevo "ooooollllleeeeee" grandioso, está llegando a la cúspide del delirio, ya está apuntando al rabo). Sucede que quizás salvo Botero no hay otros artistas contemporáneos que utilicen la fiesta brava como fuente de inspiración desde hace varias décadas. Es una fuente de inspiración agotada, luego los argumentos sobre su imperativa necesidad estética no aplican ya. Recuerdo que en Vivir para contarla,  cuando García Márquez va con su madre Luisa Santiaga de regreso a Aracataca a vender la casa, utiliza una expresión taurina de bella manera para narrar la discusión con ella y su futuro profesional al confrontarla con su propia experiencia: García Márquez cuenta que le dio "una verónica larga". Claro, algo va del uso elegante y estético del toreo por García Márquez al que hace Vargas Llosa con su compañera de cena (ooolleeee). Pero no más.

Finalmente Vargas Llosa acude a la consabida libertad propia (o el individualismo extremo) para decir qué se ve y que no. Que le respetemos su libertad para disfrutar de la fiesta brava. Pues tampoco. Resulta que el placer estético que él tanto necesita depende de personas como José Tomás (qué punto tiene hablarle del sufrimiento del toro o de la imposibilidad de prevenirlo ante la emboscada o encierro que se le viene) que arriesgan su vida para complacerlo. En un delirio utópico, comparto los parabienes del doctor Vila y le deseo larga vida a José Tomás, que ojalá al recuperarse se vuelva un activista a favor del fin del toreo y que si el futuro del torero ha de ser incierto lo sea porque su oficio se va a acabar y no porque está en una unidad de cuidados intensivos. Que las columnas como la de Vargas Llosa queden como ilustración de lo que hace el bullying educado y cultivado y que el autor se compre la colección de 100 DVD de Momentos orgásmicos del toreo para verla en su televisor de alta definición y tridimensional cada vez que necesite alimento espiritual.

The Man, 9

Sven Kramer

La tensión anoche fue increíble. Según reportes de sintonía, más de 5 millones de hogares en Holanda vimos por televisión la final de los cinco mil metros. Sven Kramer estaba a tope: dio varias vueltas de 29 segundos, solo al final aflojó un poco pero remató con un tiempo de antología, récord olímpico y medalla de oro. El coreano Lee estuvo excelente también, alcanzó a jalar a Bob de Jong pero no lo suficiente para llevarlo al podio. Chad Hedrick se despidió de su vida olímpica quizás con su peor carrera en los JJOO. La presión sobre Kramer era enorme: todo el país estaba a la espera de que ganara. Y lo logró. Como dijo el periodista en la tele, este es el primer paso para convertirse de campeón en leyenda. Sven Kramer, The Man.

R2H

Me gustó la frase de Ruud sobre el iPad: "Eye candy for Apple junkies." Las interfaces de Apple son muy bellas, qué duda hay, pero el rendimiento y las funciones de los equipos no tanto. Utilizo un Asus R2H desde el 2006 y en lo único que lo supera el iPad es en el tamaño de la pantalla y la duración de la batería. He viajado por todas partes con él y siempre ha trabajado perfecto. Tiene todo lo que se puede hacer con un computador y más (GPS integrado), escribir en la pantalla, etc. Todo hasta como para no disgustar ni siquiera a Hitler:

Y Jobs tiene de nuevo la cara de presentarlo como un producto revolucionario. A Asus le falta el músculo publicitario de Apple. El R2H lo descubrí por casualidad en una tienda. También lo utlizo para conectarme via VNC a mi PC, que probablemente será uno de los mejores usos para el iPad. Recuerdo también cuando Jobs presentó el Mac no se qué como el laptop más delgado del mundo… y Asus lleva haciéndolos desde no sé cuánto tiempo, esta es la última creación. Hoy Guillermo Santos escribe que ya está listo para hacerle la fila al iPad: muy probablemente no conoce los R2H.

Como nota al margen, para los que somos zurdos resulta agradable ver que el R2H es publicitado con uno de nosotros y, mejor aún, que el autenticador digital está diseñado para zurdos.

Y aquí el "iPad" de Asus:

Y Steve Jobs cree aún que lo inventó primero… los problemas endogámicos del iWorld.

The Man, 8

L'Homme Qui Marche ILa sorpresa del día fue encontrar que el caminante que simboliza el viaje a Utópica fue subastado por 65 millones de libras, quitándole el récord de obra más costosa al Niño con pipa de Picasso. No me puedo imaginar cuál sería la reacción de Giacometti ante esta cifra escandalosa aún más en tiempos de crisis y con Haití en ruinas.

«¿En qué andas ahora Alberto?», le preguntó Breton a Giacometti. «Estoy trabajando en una cabeza», le respondió. «Vaya, si todo el mundo sabe qué es una cabeza». Esta respuesta marcó el rompimiento de Giacometti con los surrealistas: «Yo no lo sé todavía». Pasaba 5 horas modelando la cabeza de su esposa y aún le quedaban interrogantes. Gracias a este quiebre se autorizó a hacer la revolución con sus esculturas.

La última vez que vi al hombre caminando fue en el Kunsthal de Rotterdam: iba sufriendo por segunda vez el síndrome de Stendhal, toda una experiencia sublime. ¿Qué irá a ser de este hombre? Si deja de recorrer el mundo para ser confinado a alguna colección particular, nos queda la fortuna de que la serie la conforman cinco caminantes más. En todo caso, el hombre de Giacometti seguirá marcando el camino hacia Utópica, la ciudad del horizonte.

Contrastes

1.

En 1999, al año de instalado en Amsterdam, charlaba en un bar con uno de los consejeros del alcalde Patijn. Me contaba que estaban aterrados con la cifra de muertes violentas en el 98 en la ciudad, una cantidad récord y completamente escandalosa que había activdado todas las alarmas: 65. El alcalde convocó un grupo de acción inmediata para entender qué estaba sucediendo y qué se podía hacer al respecto. No pude evitar reírme por la comparación tan absurda: estaba tan acostumbrado a escuchar que sólo en el Barrio Santa Fe, en Bogotá, era común que entre 25 y 30 personas murieran de forma violenta en un fin de semana. ¿Cómo podía estar el gabinete del alcalde en shock por 65 muertes? Leí ayer que la cifra de muertes violentas en Amsterdam bajó este año a 30 personas, 11 más que en 2008. La versión impresa de Het Parool trae una infografía con el índice de muertes violentas desde el 98 hasta este año. 1998 fue en verdad un año atípico y de ahí la preocupación de Patijn. Las medidas que se tomaron funcionan, a pesar de que los barrios típicos donde se dan más muertes siguen encabezando la lista. "¿30 muertos en un año? Qué ciudad más insegura", dicen los holandeses que abominan Amsterdam. Un país utópico donde la vida aún es la principal prioridad política. Het Parool dedicó dos páginas a nombrar uno a uno los muertos y la causa de su muerte. Mencionó también los casos que ya han sido resueltos o están a la espera de sentencia del juez (21). (Sigue leyendo »»)