R2H

Me gustó la frase de Ruud sobre el iPad: "Eye candy for Apple junkies." Las interfaces de Apple son muy bellas, qué duda hay, pero el rendimiento y las funciones de los equipos no tanto. Utilizo un Asus R2H desde el 2006 y en lo único que lo supera el iPad es en el tamaño de la pantalla y la duración de la batería. He viajado por todas partes con él y siempre ha trabajado perfecto. Tiene todo lo que se puede hacer con un computador y más (GPS integrado), escribir en la pantalla, etc. Todo hasta como para no disgustar ni siquiera a Hitler:

Y Jobs tiene de nuevo la cara de presentarlo como un producto revolucionario. A Asus le falta el músculo publicitario de Apple. El R2H lo descubrí por casualidad en una tienda. También lo utlizo para conectarme via VNC a mi PC, que probablemente será uno de los mejores usos para el iPad. Recuerdo también cuando Jobs presentó el Mac no se qué como el laptop más delgado del mundo… y Asus lleva haciéndolos desde no sé cuánto tiempo, esta es la última creación. Hoy Guillermo Santos escribe que ya está listo para hacerle la fila al iPad: muy probablemente no conoce los R2H.

Como nota al margen, para los que somos zurdos resulta agradable ver que el R2H es publicitado con uno de nosotros y, mejor aún, que el autenticador digital está diseñado para zurdos.

Y aquí el "iPad" de Asus:

Y Steve Jobs cree aún que lo inventó primero… los problemas endogámicos del iWorld.

The Man, 8

L'Homme Qui Marche ILa sorpresa del día fue encontrar que el caminante que simboliza el viaje a Utópica fue subastado por 65 millones de libras, quitándole el récord de obra más costosa al Niño con pipa de Picasso. No me puedo imaginar cuál sería la reacción de Giacometti ante esta cifra escandalosa aún más en tiempos de crisis y con Haití en ruinas.

«¿En qué andas ahora Alberto?», le preguntó Breton a Giacometti. «Estoy trabajando en una cabeza», le respondió. «Vaya, si todo el mundo sabe qué es una cabeza». Esta respuesta marcó el rompimiento de Giacometti con los surrealistas: «Yo no lo sé todavía». Pasaba 5 horas modelando la cabeza de su esposa y aún le quedaban interrogantes. Gracias a este quiebre se autorizó a hacer la revolución con sus esculturas.

La última vez que vi al hombre caminando fue en el Kunsthal de Rotterdam: iba sufriendo por segunda vez el síndrome de Stendhal, toda una experiencia sublime. ¿Qué irá a ser de este hombre? Si deja de recorrer el mundo para ser confinado a alguna colección particular, nos queda la fortuna de que la serie la conforman cinco caminantes más. En todo caso, el hombre de Giacometti seguirá marcando el camino hacia Utópica, la ciudad del horizonte.

Contrastes

1.

En 1999, al año de instalado en Amsterdam, charlaba en un bar con uno de los consejeros del alcalde Patijn. Me contaba que estaban aterrados con la cifra de muertes violentas en el 98 en la ciudad, una cantidad récord y completamente escandalosa que había activdado todas las alarmas: 65. El alcalde convocó un grupo de acción inmediata para entender qué estaba sucediendo y qué se podía hacer al respecto. No pude evitar reírme por la comparación tan absurda: estaba tan acostumbrado a escuchar que sólo en el Barrio Santa Fe, en Bogotá, era común que entre 25 y 30 personas murieran de forma violenta en un fin de semana. ¿Cómo podía estar el gabinete del alcalde en shock por 65 muertes? Leí ayer que la cifra de muertes violentas en Amsterdam bajó este año a 30 personas, 11 más que en 2008. La versión impresa de Het Parool trae una infografía con el índice de muertes violentas desde el 98 hasta este año. 1998 fue en verdad un año atípico y de ahí la preocupación de Patijn. Las medidas que se tomaron funcionan, a pesar de que los barrios típicos donde se dan más muertes siguen encabezando la lista. "¿30 muertos en un año? Qué ciudad más insegura", dicen los holandeses que abominan Amsterdam. Un país utópico donde la vida aún es la principal prioridad política. Het Parool dedicó dos páginas a nombrar uno a uno los muertos y la causa de su muerte. Mencionó también los casos que ya han sido resueltos o están a la espera de sentencia del juez (21). (Sigue leyendo »»)

Nos espían…

I.

Ahora sí Estados Unidos se está poniendo las pilas con el eje Evo-Hugo-Fidel. Ahora resulta que sin que nadie se diera cuenta los miembros del Eje (y no hay que dejar pasar la resonancia histórica de este apelativo en el inconsciente colectivo) están mejor organizados de lo que creíamos: están a punto de desestabilizar la región y derrumbar las pocas democracias sólidas que quedan, como la colombiana.

Estados Unidos tiene una oficina dedicada a difundir información altamente confidencial sobre el régimen cubano: la Office of Cuba Broadcasting, OCB (responsable de Radio Martí, dependiente de la U.S. Information Agency). Es una agencia tan dinámica que sabe producir noticias según la coyuntura. Por ejemplo, cuando estalló la crisis por la compra de armamento español por parte de Venezuela, la OCB produjo una noticia providencial: un capitán del ejército cubano recién exiliado les había revelado información altamente confidencial sobre los planes que tenía Chávez con el armamento español:

La idea es que Chávez cree un conflicto fronterizo con Colombia para que todo el ejército colombiano tenga que desplazarse a la frontera a defender la soberanía. En ese momento, Bogotá se quedará sin protección y será el momento para que las Farc se tomen el poder. Todo esto lo están planeando con la ayuda logística y estratégica de Fidel.


El presidente Uribe recibe las credenciales del embajador cubano Pérez Novoa

Existen amantes y hasta coleccionistas de teorías conspirativas. Es una afición bien divertida, no se puede negar: con ellas se puede incluso formar una colección simpática del absurdo, del tono imagínate lo que pudo haber pasado, muy en la línea de las crónicas utópicas. Otra cosa es que periodistas profesionales y serios como los de Cambio cedan a sus encantos y les otorguen credibilidad, como lo hacen esta semana revelando la posibilidad de que el embajador cubano, José Antonio Pérez Novoa, sea un espía cuya misión podría ser el mejoramiento de las relaciones entre las Farc y Venezuela. La chiva no aguantó dos días, hasta la Cancillería colombiana la desvirtuó.

II.

Asistí el domingo pasado a una manifestación en favor de escritores, periodistas, sindicalistas y defensores de los derechos humanos de Cuba en Ámsterdam. A reconocidos escritores neerlandeses se les pidió que adoptasen a alguno de estos presos políticos. A la gente se le pidió que donaran libros para los presos. No faltaron los bromistas que regalaron un ejemplar de El manifiesto comunista, un libro de ensayos de Chomsky y algunas novelas de García Márquez. Tampoco los solidarios que se manifestaron contra Guantánamo. Ambas manifestaciones se unieron rápidamente, pues el consenso sobre la ilegalidad –por decir lo menos– de Guantánamo fue unánime. Al final, recibí un diskette con el archivo Autocrats and Activists. How Hugo Chávez and Fidel Castro use Venezuela’s citgo oil to mobilize u.s. leftists to subvert free enterprise at home. Es fácil imaginar el contenido (no ofrezco su descarga para evitar alguna demanda por derechos de autor).

III.

La idea del informe confidencial entregado a Cambio y la del diskette es la misma: magnificar la amenaza que representan Fidel y Chávez para la democracia mundial. Esto no pasaría de ser simple propaganda política de no ser porque los presos existen en Cuba: el régimen los acusa de colaboracionistas con la USIA, y la utilización de las estrategias de la Usia hace pensar que las acusaciones podrían ser ciertas. En Colombia hemos tenido presos y desaparecidos políticos por sospechas menores de colaboración con la guerrilla.

Pero hay algo que todavía puede salir bien de todo este incidente. Cambio es una revista seria y profesional: su unidad investigativa puede averiguar cómo les metieron este gol y precisar a sus lectores hasta qué punto el documento que entregó el embajador de los Estados Unidos en Colombia es un panfleto cocinado por la Usia o si realmente tiene alguna validez. Tácticas similares como la denuncia de las famosas armas de destrucción masiva en Irak fueron las que llevaron a la invasión y el caos que vive ahora ese país; le toca el turno al espionaje cubano en Bogotá. Un reportaje contundente de Cambio desautorizando el material del embajador estadounidense podría ser una señal clara para la Usia de que aquí no les comemos cuento tan fácil como en la Inglaterra de Blair o la España de Aznar. Es que si ni siquiera les cree la Cancillería de Uribe, ¿qué estarán reportando a Washington los espías gringos en Colombia? ¿A Cambio de qué?

 

De helicópteros y fotos perdidas

I.
Una de las aficiones preferidas del Times británico es mofarse del príncipe Carlos. Incluso hay lectores que solicitan que, para garantizar la entretención de todos, le reserven una columna semanal. Además de su buen humor, al Príncipe le sobran historias. La última es la excusa que ofreció para no asistir a la inauguración de una exposición: «Lo siento mucho, no puedo ir: mi helicóptero amaneció congelado«.

Una excusa excepcional de la cual difícilmente se puede dudar… Fue inevitable pensar en Íngrid.

II.
En una entrevista con Yamid Amat, los detectives Ómar Garzón y Nelson Burgos relatan las últimas horas de libertad de Íngrid, la única secuestrada en Colombia que se entregó a las Farc.

Hay varias cosas sorprendentes en la entrevista:

1. Afirma Garzón: «La terquedad de ella fue la que la llevó al secuestro». Me pregunto cuál es el origen de su terquedad: ya que había llegado a Florencia, ¿iba a perder el viaje al Caguán? Luego le pregunta Amat a Burgos: «¿Usted, detective Burgos, también trató de disuadirla?» y responde: «Por supuesto. Le supliqué que no viajara porque ponía en peligro su vida y nos condenaba a muerte si la acompañábamos. Nos dijo: ‘Yo con ustedes dos no tengo problemas; son los demás los que los van a tener cuando regrese». ¿A cuáles problemas se refería Íngrid? Lo que sí es claro es que Íngrid no supo calcular el riesgo que significaba ir al Caguán en ese momento: estaba más preocupada por hacerles juicio de responsabilidades a los superiores de su escolta que en preocuparse por su vida o libertad personal.

2. Life is about priorities:
«-¿Con quién viajó?
Garzón: Con Clara Rojas. Iba un fotógrafo francés, el camarógrafo de la campaña y Lampre [asesor de imagen]. Cinco. En el retén los regresaron a todos. Solo dejaron a Íngrid y a Clara Rojas».

Íngrid decide que se quede su escolta, pero que no falten los de la imagen (asesor, fotógrafo, camarógrafo). Una política moderna: ya sabe que la arena pública hoy en día son los medios, y sin imágenes en la televisión o fotos en la prensa, un candidato no es nadie. A la pregunta de cuáles tres objetos o personas llevarías a una isla peligrosísima en la cual no tienes casi posibilidades de supervivencia, ella responde: «¿Puedo llevar a cuatro?» y ninguno de esos cuatro es su escolta: que pase cualquier cosa, pero que no falten los de la imagen. En el último retén, el de las Farc, le dicen que qué pena pero los de la imagen se quedan. Y efectivamente, esa fue la última vez que la vieron.

3. «-¿Si a Íngrid le prestan el helicóptero, se salva?
Burgos: Claro que sí.»
Y es que la falta de humor en Colombia nos está matando. El motivo principal del viaje de Íngrid era expresarle su apoyo al alcalde de San Vicente del Caguán que era de su movimiento Oxígeno Verde. Cual príncipe Carlos, Íngrid habría podido decirle al alcalde: «Discúlpeme pero no puedo ir a visitarlo. No autorizaron el despegue de mi helicóptero y no puedo correr el riesgo de ir por carretera, ¿usted me entiende, verdad? Refúgiese que apenas pueda voy a visitarlo y nos tomamos una foto». Se habría perdido esa fotico (que igual se perdió) pero ella probablemente estaría ahora mismo con su familia y su movimiento haciendo campaña para las elecciones de marzo. Mas no todo es negativo: como con el príncipe Carlos, se ahorraron los gastos del transporte en helicóptero y se minimizó el impacto del combustible altamente contaminante de estos vehículos para la atmósfera, algo muy consecuente de parte de líderes ambientalistas.

III.
La clave de todo este asunto me parece que es el protagonismo, los bajos niveles de tolerancia para no aparecer en los festivales de la imagen donde está la noticia. Íngrid tenía que armar su «contrafestival», no podía quedarse fuera de las fotos de los políticos y cacaos en el Caguán. Íngrid no escuchó a sus escoltas, al ejército que le insistió que no fuera, a la misma Ley que desacató y cuyo último recurso fue pedirle que firmara una constancia de que ella asumía la responsabilidad completa de su viaje. Y todo esto por la foto perdida.

¿Qué irá a pasar cuando la liberen?