Estoy en tránsito en Barajas hacia Andalucía. Me encuentro varias camisetas amarillas con el 10 de James y, como noticia destacada en la prensa deportiva, que el Paris Saint-Germain “arroja la toalla por Di María”. Después de leer esa nota recordé la anécdota que inició este díptico.
Para el anticuario, aparte de la tradición de la fortuna, otra señal de refinamiento es el límite al hacer una compra. La falta de este límite es el rasgo característico de los Nouveau riche, el término clasista que usan para señalar a los ricos de nueva generación con mal gusto que todo lo quieren comprar sin importar el precio.
Aunque las fortunas de los jeques árabes datan de bastantes generaciones, su sello característico es el de “el precio no importa”. Un rasgo característico de los primeros grandes narcos colombianos, hasta que aprendieron a lavar su fortuna en esferas más tradicionales si se quiere.
Lo que más me sorprendió de la noticia fue escuchar a Nasser al Khelaifi, presidente del PSG, diciendo: “Di María es muy costoso”. Jamás pensé en escuchar esto del representante de un jeque árabe. O los árabes están aprendiendo a regatear o el fair play financiero impulsado por Platini está funcionando, o una mezcla de los dos. El caso es que ha dejado la negociación de Di María en un punto muy interesante.
Por una parte, está el interés abierto de Di María por dejar el Madrid. Por la otra, el del Madrid por hacer caja con el argentino, amortiguar las compras de Kroos, James y Keylor pero, sobre todo, liberar una vacante extracomunitaria para contratar a Falcao. El PSG se ha puesto en una posición muy privilegiada para negociar por Di María: tanto él como el Real Madrid tendrán que ceder si quieren llevar la transferencia a cabo. Resultó un comprador refinado Al Khelaifi.
Con todo, la lección del comprador refinado que más me sigue gustando es la del origen del ajedrez, la célebre fábula de su inventor Sessa Ibn Daher y el problema del trigo y el tablero de ajedrez. Enseña con mucha gracia los límites del músculo financiero, así muchos millonarios se empeñen en seguir demostrando lo contrario. Con su es muy costoso, Al Khelaifi los puso al borde del jaque mate. Todo un ejemplo de refinamiento en el arte de negociar.
Este díptico no podría terminar más que con una melodía refinada y con mucho estilo. Disfrutemos: