Hemingway y el otro

Creo que ningún otro escritor aparece como personaje tantas veces en otras obras como Hemingway. Ayer se celebró un nuevo aniversario de su cumpleaños, que coincide con las fiestas de San Fermín en Pamplona, a las que Hemingway tanto les debe. Vale la pena recordar esta reseña sobre el excelente documental Notes on the Other de Sergio Oksman.

Desde este documental me he encontrado con Hemingway en Adiós, Hemingway, novela del cubano Leonardo Padura, en El mal de Montano de Vila-Matas, en Midnight in Paris de Woody Allen y en The Klilimanjaro Device de Ray Bradbury. Con la celebración de los días Hemingway por estos días en Florida, su imagen se multiplica por cien. García Márquez recordaba con emoción cuando vio a Hemingway a lo lejos en La Habana y no se atrevió a acercársele a hablar, tan solo le gritó “¡Adiós, maestro!”, a lo que dice que Hemingway le replicó saludándolo con el brazo: “¡Adiós, amigo!”. Vaya uno a saber si se trataba ya entonces de un doble de Hemingway caminando por La Habana.

Nos recuerda Oksman que los pasajes para viajar a Pamplona estaban sobre su escritorio, partía en dos días hasta que su minotauro interior ganó la partida. Quedó Hemingway tendido en el suelo como ese hombre que treinta años atrás le regaló la imagen del otro.