Fui a la reunión del Club del Shock. No pude participar mucho, salvo por mis preguntas de ignorante en el tema. M. mencionó que sí, que va a haber una cuarta temporada de House of Cards. Todos exclamaron: "Oh, no". Yo guardé silencio, pues no he visto ningún capítulo de la serie. Pregunté que por qué era una mala noticia. M. empezó a explicarme:
—Es un nuevo caso del síndrome de Don Quijote. ¿Recuerdas que contabas cómo se habían multiplicado en los bares y los cafés los grupos de cuatro mujeres? Bueno, ahora viene una nueva ola que es peor: Frank Underwood.
—¿Qué lo hace el antihéroe? —pregunté de nuevo.
—Es una pesadilla. En mi trabajo no tengo uno sino CUATRO nuevos Frank Underwood y TRES Claire Underwood, la esposa de Frank. Digamos que si Don Quijote salía al mundo a vivir las aventuras de un hidalgo, la misión de los Underwood es dominar el mundo para satisfacer su agenda sin importarles a quién se lleven en el camino.
—Sonaban un pelín más divertidas las de Sex & the City.