El golfista, por Eric Koller

Enlazado del sitio oficial de Eric Koller.

Tuve el gran placer de ver a Eric Koller en vivo el martes pasado en De Parade,  un festival itinerante de teatro, donde la creatividad, el ingenio y la originalidad siempre están presentes. Esta vez Koller presentó una obra vibrante, donde en 8 minutos mostró al menos 25 diferentes usos del palo de escoba. Luego hizo una escenificación de una banda de tiro con intervenciones intermitentes de mosca gigante. Más de una vez uno se pregunta: «¿De dónde se le ocurren estas cosas?».

La libertad no cae del cielo

Pues analíceme el ser humano… 

Tenemos malos tragos que pasar porque el mundo social es duro y nuestra historia está hecha de mucha violencia, dificultades y penas. Para mí, un ser humano es alguien que ha comprendido eso.

¿Que la vida es dura?

Sí, y que la libertad no cae del cielo. Aun así, uno intenta dominar su vida en este mundo lleno de conflictos y constantes pruebas, y eso es la dignidad, que no viene dada, hay que conquistarla, es el resultado de cómo cada ser humano asume la vida conflictiva.

Robert Castel, director de estudios de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales, París, entrevistado por Ima Sanchís en La Contra.

Espejo de la liebre

Hagenspiegel, por Markus Raetz

La obra de Markus Raetz fue un grato descubrimiento en la exhibición «Una imagen puede guardar otra» en el Grand Palais en París. Raetz se ha especializado en obras de arte que contienen o reflejan otras. Comparte ese efecto de quiebre con lo cotidiano con Teun Hocks, en el que al ver de cierto ángulo un objeto, puede reflejar otro completamente diferente. En el documental en DVD que se podía conseguir en la exposición, se acompaña a Raetz en la creación fabulosa de su obra basada en una de las siluetas de Man Ray. Todo un placer para el espíritu.

Efectos del sol

¿Por qué se dedicó al cine?

Por el sol; también por el sol. Hijo: ¡no sabe usted cómo pega el sol cuando acarreas mierda en un rancho en Texas por 35 centavos la hora! […] Mi madre me ofreció la posibilidad de actuar, pero el cine me parecía una gilipollez…, hasta que tuve que buscar trabajo en los ranchos. Tras el primer verano, le supliqué una oportunidad a mamá.

Larry Hagman en La Vanguardia.