Los ángeles, velocidad máxima

Y si viaja en coche, hay algo muy importante… A más de 100 km/ h, el ángel se baja del coche. Sus alas no pueden ir más rápido…

Fina Armengol, presidenta de la Asociación Amigos de los Ángeles en La Contra

 

Doña Fina ha abierto un caudal de preguntas imaginadas al revelarnos esta propiedad de los ángeles, su límite de velocidad: imaginemos el choque de ángeles que se produce cuando despega un avión con 300 pasajeros a 450km/h. Quizás el miedo que sienten muchas personas al despegar sea no de ellas sino de su ángel de la guarda, que fiel a su tarea sabe que no podrá acompañar a su protegido en el vuelo. O el choque de ángeles en el arranque de las carreras de Fórmula 1. Creo que perdí mi ángel de la guarda cuando de niño llamaron a mi abuelo y le dijeron que había una emergencia en el circo que tenía. Me dijo: "¡Vámonos a mil al circo!". Y fuimos bastante rápido, la verdad sea dicha. ¿Qué pasa con esos ángeles que se bajan del auto, del avión, de las naves espaciales (los astronautas tampoco se salvan del desamparo)? ¿Cuándo se reencuentran con sus protegidos? Probablemente los ángeles no necesitan GPS, les basta con el suspiro de Dios que les señala dónde está su protegido. Si alguien toma un avión de Bogotá a Madrid, ¿su ángel lo reencontrará después de atravesar el Atlántico durante un mes? Y si justo cuando llega la persona se regresa de Madrid a Bogotá, ¿vivirá otro mes sin ángel de la guarda? Qué complejo este mundo de los ángeles. Curiosamente, ahora mismo recuerdo un ángel gay que me salvó la vida.

Consejos eróticos

¿Tienen algo que enseñarnos los clásicos árabes sobre el erotismo?

Comida rápida, transporte rápido… Y sexo rápido. Aquí ustedes priorizan la urgencia sobre la plenitud. Si lee los clásicos árabes, en cambio, encontrará un tesoro de enseñanzas sobre el refinado goce del tempo, que es la llave del placer.

¿En qué sentido?

Al placer se llega tras superar la urgencia de la necesidad y luego la premura del deseo, y allí, esperándole – porque nunca tiene prisa-,está el placer de los sentidos, con el que alcanzará formas de conocimiento y de perfección espiritual cada vez mayores.

Salwa al Neimi, escritora árabe, entrevistada en La Contra.

La libertad no cae del cielo

Pues analíceme el ser humano… 

Tenemos malos tragos que pasar porque el mundo social es duro y nuestra historia está hecha de mucha violencia, dificultades y penas. Para mí, un ser humano es alguien que ha comprendido eso.

¿Que la vida es dura?

Sí, y que la libertad no cae del cielo. Aun así, uno intenta dominar su vida en este mundo lleno de conflictos y constantes pruebas, y eso es la dignidad, que no viene dada, hay que conquistarla, es el resultado de cómo cada ser humano asume la vida conflictiva.

Robert Castel, director de estudios de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales, París, entrevistado por Ima Sanchís en La Contra.