Es conocido el experimento cocción y conciencia, en el que una rana que nada libremente en una cazuela con agua no percibe cómo se va incrementando la temperatura del agua gradualmente, apenas se siente mareada, sin energía, hasta que alcanza su punto de cocción y muere. En enero con el invierno sucede el experimento inverso con los ancianos, podríamos llamarlo congelamiento y conciencia: la temperatura desciende gradualmente en las casas y, si no han tomado las medidas adecuadas, mueren de frío. En enero del año pasado en Holanda fallecieron 80 ancianos más que en otros años por este fenómeno, se están tomando medidas para prevenir que con las bajas temperaturas que se están viviendo se vaya a romper ese récord: a esta edad el cuerpo produce menos calor entonces no es fácil detectar el proceso de congelamiento; hay centrales dedicadas a llamar a las personas mayores de 80 años para preguntarles por la temperatura de la casa.
Para el Hombre de Hielo, Wim Hof, poseedor del récord de permanencia durante mayor tiempo en una pileta llena de cubos de hielo (1h 44m), una de las soluciones para evitar este problema es que la gente se exponga más al frío: "Como ya todo el mundo se cubre con sacos y abrigos, la piel no está entrenada para resistir bajas temperaturas". El método para hacerse resistente al frío según Hof es el siguiente: empiece por tomar duchas cortas de agua fría, así se entrenan las venas para cerrarse de tal manera que la temperatura interna se mantenga a buen nivel. (Sigue leyendo »»)