Cincuenta euros

"Dirk, ¿cuánto es 7 más 5?". Ninguna reacción. La cabeza de Dirk está concentrada en la cabañita que está construyendo en su casa. Lo intento de nuevo: "Dirk, vas adonde Harry van de Fixet y compras un martillo por 7 euros y puntillas por 5. ¿Cuánto tienes que pagar?".

La estrategia funciona: "Doce euros", responde Dirk.

Trato de subir ahora el listón: "Le pagas a Harry con un billete de cincuenta euros. ¿Cuánto tiene que devolverte?".

En su frente se dibuja una línea reflexiva. Ninguna respuesta.

"Dime Dirk, ¿qué crees que Harry te diría?".

En ese momento desaparece la línea reflexiva y aparece una sonrisa: "¿No tiene más sencillo?", responde Dirk.

CARIN PEIJNENBORGH

A cuentagotas

De paseo el año pasado por Bogotá tuve una especie de ataque de pánico: caminaba por Chapinero haciendo un recorrido de la nostalgia y ya no existían varias de las librerías que antes visitaba: la Buchholz, Arcadia, Alejandría, Enviado Especial… fui corriendo a Oma para descubrir que era ahora un café restaurante y que la bella librería diseñada por Salmona la ocupaba una tienda de tacos mexicanos o algo parecido. La librería de la 85 con 15 se había metamorfoseado en licorera. Igual me pasó con varias tiendas de música: sentí pánico, que me asfixiaba, ¿qué sería de Bogotá sin librerías ni tiendas buenas de música? Corrí a Biblos y fue mi salvavidas en ese momento. Después llamé a amigos a que me contaran en dónde estaban comprando libros y gracias a su afecto conocí varias librerías nuevas. Con la música no tuve tanta suerte, las tiendas tienen en general un inventario muy limitado.

El fenómeno es global. El placer de visitar Borders en NYC se acabó. Las librerías van desapareciendo a cuentagotas. Ayer sentí el dolor que produce cada una de esas gotas, solo que está a punto de caer LA gota: la cadena de librerías Selexyz está al borde de la bancarrota. Corre peligro entonces la librería más bella del mundo: Selexyz Dominicanen en Maastricht.

(Más imágenes en Flickr). (Sigue leyendo »»)

Mi primera cinemagrafía: gracias Dr. Yang

Completamente absorto por las cinemagrafías de Jamie Beck y Kevin Burg :

Me animé a hacer la primera inspirada en la entrada anterior en la que aparece el Dr. Yang. La diferencia con la poética imagen de Beck y Burg es enorme, pero igual vale como primer experimento, quizás podría mejorar con una versión en blu-ray de la película:

 

En todo caso, gracias a Jamie Beck y Kevin Burg por la belleza de las cinemagrafías y al Dr. Yang por participar en mi primer experimento. No quedó muy hipnotizante que digamos pero igual el riesgo está ahí.

Uno de estos niños no es como los otros

"¿Qué le gustaría hacer si fuese invisible por un día?" es una pregunta ingeniosa que apela a nuestro ser voyerista. Se la hicieron hace poco a un joven futbolista carismático quien respondió: “Me imagino que iría al baño de mujeres en un gimnasio”. Woody Allen la respondió en Alice con las hierbas del Dr. Yang, haciendo invisibles a sus protagonistas para que vieran la vida privada de sus seres queridos e incluso participaran en una sesión de psicoterapia de sus exparejas. Esta información es poderosa y es uno de los recursos vitales de todos los organismos de inteligencia públicos o privados. De ahí la imperiosa necesidad de regular su práctica y alcance.
 
Ayer Rebekah Brooks fue detenida y liberada bajo fianza por obstrucción de la justicia en el caso de las escuchas de los detectives privados contratados por News of the World. El mes pasado el juez Baltazar Garzón fue expulsado de manera fulminante de su cargo e inhabilitado por 11 años por haber autorizado las escuchas a los abogados con sus clientes en prisión de la red Gürtel. Nuestra mujer que sabe demasiado,  no nuestra mujer en Ciudad de La Habana sino en Ciudad de Panamá, María del Pilar Hurtado, exdirectora del DAS, goza mientras tanto del asilo político: uno de estos niños no es como los otros. No, no me refiero al juez Garzón (quien evidentemente no merece esta compañía femenina) sino al alcance de la justicia con quienes han practicado de manera justificada o injustificada e ilegal las escuchas. (Sigue leyendo »»)

Integración

Recorro con placer en la bicicleta un pedacito más para llegar a él: el mercado turco, donde las frutas y verduras siempre se ven deliciosas y es posible encontrar de todo aún en el invierno. De hecho se siente como una especie de minivacaciones.

"Ricos" exclama el dueño turco de la tienda mientras empaca los tomates preciosos que escogí. "Vienen de nuestra tierra", anota orgulloso. "Por supuesto, se nota a primera vista que recibieron bastante sol", le digo. Perplejo, guarda silencio por un momento y luego, con el mayor respeto, pregunta: "¿En Holanda?".

MARGREET DE GROOT